¡¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS KARRAS!!!!

Uhmm, se nos hace todo un mozo el amigo Karras.
Hoy le toca subir el IVA de sus 15 cumpleaños.
La cifra es lo de menos, la persona no es los años que tenga, aunque los años van haciendo a la persona.
En teoría, los años asientan, reposan, calman, hacen a la gente más sabio, se va adquiriendo más experiencia.
¿Y a mí qué?
Si yo a lo que voy es a felicitar al amigo Karras de parte de todos los integrantes del blog y de los que se unan a esta fiesta.
Solo vamos a hacer eso, no a divagar sobre el paso de la edad y los cumpleaños pasados o futuros.
Ah, que el que divagaba era yo. Lo sé pero soy solidario y os meto a todos en el saco :)

Amigo Karras, hoy no eres un año más viejo, eso son historias. Tienes un día más de experiencia que ayer.
No debes ser hoy más feliz porque sea este el día en que naciste. Debes ser feliz día a día, todos los días de tu vida.
Que eso es difícil, que nadie puede ser feliz toda la vida, ya lo sé. Ni el más emporrado de los mortales puede tener ese estado permanente de felicidad pero bueno, hay que intentarlo.

Como usurpador de tu sección te invoco, jejeje, a ver cuándo vuelves que me estoy volviendo más loco buscando plantas y cosas de esas.

Hoy es una fecha especial y sé que algo te habrán preparado todos los que te aprecian y quieren, tal vez hasta algún concierto de guitarreo, jejeje.
Yo te regalaría un solo con la mía pero es que eres mi amigo y eso no es apto así que nada, sueña en que toqué Living on the prayer de Bon Jovi y apañaos.

Sabemos los que te conocemos que andas desanimado por esa pérdida que todos sabemos pero aquí nos tienes, apoyándote y bueno, incordiándote, jejeje, que no se te olvide tampoco eso.

-¿Quién sabe dónde vive el druida Karras? -preguntaba un soldado en la plaza mayor del pueblo.
El herrero le miró y le dijo.
-Eres tonto soldado, muy tonto por cierto. ¿Cómo se te ocurre buscar a un druida en un pueblo? Los druidas son seres libres, viven en los campos, en los bosques, ayudando a la naturaleza y aprendiendo con ella los misterios de la Creación.
El soldado miró iracundo al herrero.
-Detened a este hombre. Acaba de insultar a la autoridad -ordenó a sus compañeros.
-Alto -dijo una voz melodiosa-. ¿Quién me busca y por qué?
Todos se volvieron aunque vieron bien poco, el que hablaba estaba de espaldas al sol y este les estaba deslumbrando.
-¿Eres el druida Karras? -preguntó el soldado que llevaba la voz cantante.
-Soy Karras de toda la vida, druida desde hace algo menos... -contestó pensativo el recién llegado.
-Debes acompañarnos a la corte. El Rey te reclama.
La gente del pueblo empezó a gritar y agitarse. No querían que se llevasen al druida arrestado.
-Quietos -dijo suavemente el druida-. Iré a ver qué quiere ese tal Rey.
Los soldados rodearon al druida y todos partieron hacia el Palacio. Dicho Palacio estaba situado a unos 500 metros del pueblo, era un paseo pequeño.
De vez en cuando, el druida se paraba a mirar alguna flor, algún árbol, a limpiar alguna mala hierba, hongo no deseado y el soldado principal se enfadaba.
-Mira que está cerca el Palacio pero a este paso no llegaremos hasta mañana. Druida, es muy importante, importantísimo que lleguemos hoy.
El druida le miró y no dijo nada, se sacudió un poco el polvo y continuaron la marcha.
Se vislumbraban ya las puertas del Palacio cuando una liebre se cruzó y un disparo se dispuso a dispararla.
El druida le dio un suave golpe con su bastón, desviando la flecha en el último instante. Sonrió al guardia y negó con la cabeza.
-No en mi presencia. La hermana liebre está embarazada, dará a luz esta noche, con la luna llena.
El soldado se sonrojó y bajó la cabeza.
-Sigamos -refunfuñó el soldado principal-. Ya casi estamos por fin, tal vez lleguemos a tiempo.
Cuando estaban a pocos metros, empezaron a resonar las trompetas, timbales, tambores y gaitas como dando la bienvenida al grupo que se acercaba.
Las puertas se abrieron y salieron más soldados, poniéndose en doble fila, como haciéndoles un pasillo.
El druida ya se estaba preocupando, era tan raro eso...
Pasaron por las grandes puertas, cruzaron un largo y amplio patio de armas y se dirigieron hacia la Torre del Homenaje, seguramente estaría ahí el Rey.
Karras ni sabía ni se imaginaba nada, simplemente pensaba en lo triste que sería vivir en un Palacio sin flores ni plantas, ni árboles, ni animales.
Pero no, no entraron en la Torre del Homenaje, la rodearon y a Karras casi se le llenaron los ojos de lágrimas.
Lágrimas de alegría y regocijo.
En la parte trasera había un grandísimo jardín lleno de hermosas plantas, de grandes árboles exóticos, de increíbles lagos y pequeños arroyos. Incluso vio ciervos y jabalíes campar a sus anchas por el lugar.
A pocos metros había una pequeña figura mirando esa belleza, sin girarse abrió los brazos y un cántico empezó a sonar.

¡¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS Karras!!!!
Tus amigos te lo desean de verdad.
Esperamos que pases un gran día,
y los demás, igual.

Así era más o menos el estribillo de la canción, hasta los árboles parecieron unirse a ella y movían sus ramas al compás de la melodía.

Karras no sabía qué decir y se volvió hacia el soldado para preguntarle.
Pero...
Los soldados se quitaron los trajes y debajo ya no había soldados.
Eran los integrantes del blog y sus seguidores, eran los amigos de Karras que habían estado disfrazados para felicitarle su cumpleaños.

Yo lo sé porque lo vi en mis sueños y los sueños, ciertos son.

Felicidades compi y recuerda. "No es más viejo el que cumple más años sino el que se los cree".
Abrazoss.