EL PINO CARRETERO
Imaginaos una escena en
los años 30/40 de varios hombres reunidos en torno a un árbol. Plinio asegura,
que el primer templo del hombre fue eso concretamente, un árbol, y en perfecta armonía todos
compartiendo alrededor de Él.
Y con total seguridad el
árbol también fue el primer amigo, el primer patíbulo, la primera morada, y
también será la última cuando todos reposemos en recipientes hechos con sus
entrañas a la sombra de un ciprés.
Hoy voy a hablaros de uno
de esos inolvidables amigos, “El Pino Carretero” que vive afortunadamente en las
inmediaciones de mi tierra.
Está considerado como árbol singular y he tenido la suerte de conocerle desde que
era un chavalín y me perdía en el bosque
sin importarme las horas que pasaban.
Eso sí, al llegar a casa
debía de rendir cuentas a mi enfurecida madre que manejaba la zapatilla con más
habilidad aún que Aguila Roja su katana.
Su nombre científico es Pinnus pinea . Es el tan conocido pino
piñonero. Y este ejemplar en concreto
hace honor a su nombre pues en época de buena cosecha se le han recolectado
hasta 1100 piñas a él solo. De esto puedo dar cuenta de primera mano, ya que
hemos tenido temporadas que la única aportación económica en casa era la venta
de piñas que llegamos a recoger incluso a deshoras del día para que no nos
pillasen los forestales jajaj (no me lo
estoy inventando, es verdad).
Cuentan que bajo este
pino descansaban las trashumantes carretas que iban desde El Escorial, Segovia
por el norte y Toledo por el sur, a las Extremaduras de Gredos. En ellas
montados los ganaderos y el ganado (principalmente vacuno) nacido en el
trayecto.
Al no tener competencia
nuestro pino ha llegado a tener una copa de 27 metros de diámetro, 4 metros en
el tronco y una nada despreciable altura de 30 metros.
Parece como si la
naturaleza le hubiese querido compensar por el abandono de la antigua compañía de los trashumantes
cuya actividad cesó pasados los años 40.
Recostados en su tronco
muchos habrá habido que invadido por las frescas musas del arroyito cercano
escribiera alguna poesía, leyenda, o
simplemente se abrazó a él añorando algún amor no correspondido.
El chiquillo que aún
habita en mí siempre que puede va a presentar sus respetos a este venerable anciano de más de 150 años.
Él aún se acuerda de mí, me lo dice con el susurro de la brisa entre sus viejas
ramas. Y yo le cuento como me ha ido en la vida, mis trabajos, mis
inquietudes amorosas, los sueños que no realicé y aun me queman, las veces que
me pierdo en vanos pensamientos irrealizables y le pido perdón por no haber sido capaz de cambiar este mundo como
le prometí.
Y así sentado a los pies
de su tronco me acuna su sombra, me regala una melodía interpretada con sus
hojas y con este arrullo, me calmo,
olvido rencores y malestares y a veces plácidamente y como el niño que fuí…….duermo.
HACERME EL FAVOR DE SER
FELICES SER FELICES KARRAS.
Hola compi, me encanta el cariño que destilas con cada post, sobre todo en este, los recuerdos que tienes sobre el pino en tus años mozos.
ResponderEliminarEncima, me has recordado viejos tiempos en los que, al ser muy poca la paga de mi padre, pues, se aportaba algo a la casa cogiendo espárragos, achicorias, cardillos, orégano, cosas campestres varias. Qué tiempos aquellos, ya ni los espárragos son igual que antes, tienen dos cabezas muchos y algunas son como un chupachups :).
Desaparecieron por aquí las collejas, qué ricas en tortilla...
En fins, por aquí vienen cada año creo, gente de una empresa que recoge las piñas, serán para plantas térmicas supongo, no sé.
Un abrazo de piñón :)
Si parece mentira pero antes sin tanta tecnología la vida al menos era más vida Dany. Las empresas que mencionas efectivamente compran las piñas para plantas térmicas en su mayoría. Ahora cada vez están más baratas las piñas y se ve menos gente recolectando por que en muchas pero que en muchas ocasiones se expone la propia seguridad personal subiendo hasta estos colosos. Un abrazo Dany.
EliminarVaya nunca antes había mirado el pino con esos ojos, estoy rodeada de ellos y siempre lo vi como un árbol más bien feucho, pero a través de este emotivo post ahora lo veo de otro modo.
ResponderEliminarBesitos
Me alegro mucho Elisa. Existen muchas variedades de pinos y el Pinea es de los más bellos con su forma de chupa chups. Miraté también el "silvestris" que con su corteza anaranjada es un espectáculo en el atardecer. Besos.
EliminarMe pasa como a Elisa, he visto este pino muchas veces, pero no lo he mirado, u observado como debería, pero gracias a esta entrada lo haré, y me alegraré de saber todas estas cosas que nos has contado cuando lo haga.
ResponderEliminarBesos y feliz inicio de semana.
Seguramente cuando te acerques a uno tendrá muchas cosas que compartir contigo amiga. Verás que experiencia mas bonita. Besos.
EliminarHola mago, caray haces que me emocione leyendo la historia que nos cuentas y eso que ya la sabia de la otra vez en tu blog:), esque haces que de la forma que lo cuentas nos trasportemos alli mismo y sintamos ese susurro de este anciano tan noble, ya lo creo que te recuerda ya que no te olvida nadie, me he reido con la habilidad que tenia tu madre con la zapatilla jeje, yo creo que todas la tienen y tambien doy fe de eso jeje, pero bueno lo hacian con "cariño" jo como picaba luego verdad? jejeje, y no pidas perdon mago ya que tu no tienes la culpa de que el mundo sea como es, tu haces todo lo que puedes y el anciano lo sabe:)
ResponderEliminarNosotros tuvimos dos pinos de estos, pero uno se murio por una plaga de la "pasionaria", estaba plagaito el pobre, y el otro con toda la pena del mundo lo tuvimos que cortar ya que estaba empezando a levantar los cimientos de la casa.
Me ha gustado mucho lo que nos cuentas mago, las imagenes sublimes, menudo pinar tan bonito nos muestras, gracias:)
Muchos besotes!!
Si Piru, mi madre era expecial en el manejo de estas armas jajaja. Podías salir corriendo y ella lanzarte la zapatilla y darte en la cara, ¿pero como si estbas de espaldas mientras corrías? jajaja.
EliminarSiento mucho lo de tus pinos, seguramente cerca (relativamente) habría más porque las plagas se manifiestan cuando hay muchos ejemplares juntos de la misma especie. Estas lo ven como si dijéramos un supermercado.
Este pinar es de mi pueblo y siempre que voy a él no fallo a la visita que le debo tanto al pinar como a mi amigo el carretero. Besotes.
Arrullado entre brisas y el doblez de las ramas de este hermoso pino, seguro te ha susurrado que los sueños sirven para hacernos mejores y que la vida sin sueños no tiene sentido. Tú consigues no sólo que soñemos con un mundo mejor, sino que haces que podamos ver el alma que se esconde tras el robusto cuerpo de un árbol. Como aquellos antiguos trashumantes que descansaban bajo la sombra de este pino, tu abrazo y tus letras al bosque, conforman un halo de magia y vida que respiramos todos, de tú mano, de la luz que tus ojos reflejan a través de tu diestra cámara.
ResponderEliminarAbrazado quedo contigo. a éste árbol amigo.
Lo que yo daría por una excursión con vosotros Jorge a alguno de estos lugares donde pudiésemos tomar un bocadillo a la sombra de estos nuestros amigos y contarnos experiencias del bosque entre risas y buena camaradería, con la banda sonora del arroyo cercano. Un abrazo amigo y gracias por tus palabras.
EliminarMIra que son hermosos esos pinos que hemos recorrido muchas veces siendo niños y que es una alegria para los ojos y el corazón ver como aún con el paso del tiempos nos prestan su sombra.
ResponderEliminarMuy buen recuerdo para ellos y para la zapatilla de tu madre ajjajaja
un abrazo torpedo
Tu sabes que hay otros cuantos gigantes cerca del carretero, pero ninguno exhibe una copa como la suya desde luego.
EliminarTambien recuerdo que como buenos amigos (Tu y Yo)no solamente hemos compartido andanzas sino las distintas zapatillas de nuestras respectivas madres que no hacían distinción de los orígenes de cuna jajaja. Un abrazo torpedo.