El árbol de los problemas
El carpintero que había contratado para
ayudarme a reparar una vieja granja, acababa de finalizar un duro primer
día de trabajo. Su cortadora eléctrica se dañó y lo hizo perder una
hora de trabajo y luego su antiguo camión se negó a arrancar.
Mientras lo llevaba a casa, se sentó en silencio. Una vez que llegamos, me invitó a conocer a su familia. Mientras nos dirigíamos a la puerta, se detuvo brevemente frente a un pequeño árbol, tocando las puntas de las ramas con ambas manos. Cuando se abrió la puerta, ocurrió una sorprendente transformación.
Su bronceada cara estaba plena de sonrisas. Abrazó a sus dos pequeños hijos y le dio un beso a su esposa.
Posteriormente me acompañó hasta mi automóvil. Cuando pasamos cerca del árbol, sentí curiosidad y le pregunté acerca de lo que lo había visto hacer un rato antes.
“Oh, ese es mi árbol de problemas”, contestó. Sé que yo no puedo evitar tener problemas en el trabajo, pero una cosa es segura: los problemas no pertenecen a la casa, ni a mi esposa, ni a mis hijos. Así que simplemente los cuelgo en el árbol cada noche cuando llego a casa. Luego en la mañana los recojo otra vez.
Lo divertido es, añadió sonriendo, que cuando salgo en la mañana a recogerlos, no hay tantos como los que recuerdo haber colgado la noche anterior…
DESCONOCIDO
y tú...haces lo mismo que el carpintero??
Mientras lo llevaba a casa, se sentó en silencio. Una vez que llegamos, me invitó a conocer a su familia. Mientras nos dirigíamos a la puerta, se detuvo brevemente frente a un pequeño árbol, tocando las puntas de las ramas con ambas manos. Cuando se abrió la puerta, ocurrió una sorprendente transformación.
Su bronceada cara estaba plena de sonrisas. Abrazó a sus dos pequeños hijos y le dio un beso a su esposa.
Posteriormente me acompañó hasta mi automóvil. Cuando pasamos cerca del árbol, sentí curiosidad y le pregunté acerca de lo que lo había visto hacer un rato antes.
“Oh, ese es mi árbol de problemas”, contestó. Sé que yo no puedo evitar tener problemas en el trabajo, pero una cosa es segura: los problemas no pertenecen a la casa, ni a mi esposa, ni a mis hijos. Así que simplemente los cuelgo en el árbol cada noche cuando llego a casa. Luego en la mañana los recojo otra vez.
Lo divertido es, añadió sonriendo, que cuando salgo en la mañana a recogerlos, no hay tantos como los que recuerdo haber colgado la noche anterior…
DESCONOCIDO
y tú...haces lo mismo que el carpintero??
La mayoría de las veces lo que hacemos es adobar los problemas en casa y engrandecerlos pasándolos por la lipa de la mujer y los hijos, quienes ni tienen respuestas para ellos ni entienden a qué viene esa actitud desconocida. ¡;uy bonito cuento!
ResponderEliminarBesos
Cuanta razon Francisco.
EliminarUn besazo
Este cuento lo escuché hace algún año ya, en palabras del gran Jorge Bucay. Es de una sabiduría extrema, para hacer que nuestra existencia sea más plena y que nuestros malos rollos no se los coma quien no debe.
ResponderEliminarUna gran lección de vida!
Besos!
Jorge Bucay un gran maestro... uno de mis escritores favoritos. Actualmente estoy leyendo un libro suyo "El camino de la espiritualidad". Como cada obra suya, totalmente lo recomiendo.
EliminarUn besazo Lu
Una historia preciosa, a mi me vendría fenomenal plantar un árbol de este tipo en la puerta de mi casa, porque hay veces que llego con la maleta a rebosar y mi familia es la que lo soporta injustamente.
ResponderEliminarBesos:)
Pues plantalo en tu misma mente, es cuestion de visualizar las situaciones y llevarlas a cabo... no crees!
EliminarUn besito Elisa!
Sí, solo que yo lo hago y lo he dicho muchas veces con el ciruelo ,y además nos contamos los secretos y los sentimientos, y me hace sentir el Silencio.
ResponderEliminarBesos
Eso es estupendo André! que más da el arbol que sea lo realmente importante es hacerlo.
EliminarUn besazo!
Sería lo ideal, colgar los problemas en algún sitio antes de entrar en casa pero somos tan ansiosos, que no podemos, en la mayoría de los casos.
ResponderEliminarBuen post
Pues habrá que ir apartando la ansiedad, con respiraciones con consciencia, de seguro que os funciona.
EliminarUn besazo wapetons!!
Mientras seamos conscientes y sepamos descargar.....la cosa será genial !!!!! pero si nos los tragamos y queremos disimular...algo nos delata...pero , es cuestión de un trabajo de toda la vida....y volver a empezar de nuevo cuantas veces sean necesarias !!!!! es la lucha del guerrero para llevar a su casa la paz... Musus de Begoña
ResponderEliminarAsi tal cual lo has dicho Abedul, muy buena definicion.
EliminarUn besazo!!
Hola Gema, suelo hacerlo lo que pasa que a veces nos superan los problemas, la historia esta muy bien y de la que debemos aprender y no olvidarnos de la gran lección que nos da el carpintero, los problemas debemos solucionarlos con quien se debe y no con quien menos culpa tiene como hacemos en muchos casos.
ResponderEliminarBesos.
Asi es Piru...
EliminarUn besito!!
Hola Gema: Precioso!!! Me ha fascinado esta historia >_<
ResponderEliminarCuanta verdad encerrada y gran moraleja....Me gustaría imitar a ese carpintero, aunque reconozco que a veces es muuuuuuy difícil
Besitos =)
Me alegro que te haya gustado, la verdad es que es un gran ejemplo a seguir.
EliminarSabes? si es dificil pero no imposible...
Besazossss
que bello Gema, creo debería emplear esa tecnica muy buena!!
ResponderEliminarGRACIAS POR COMPARTIR
Pues ya sabes nunca es tarde si la dicha es buena.
EliminarUn besazo!!
Una gran lección Gema. Los problemas se deben dejar en la puerta y si es posible en la calle anterior a tu casa. Besotes.
ResponderEliminarJeje! claro que si!
EliminarUn besoteeeeee