¡¡¡¡¡¡¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS ORTHOS!!!!!!!!!

Esta vez, nuestro servicio del CSI ha andado ligero y astuto.
Por lo tanto, amigo Orthos, no te has escapado de la felicitación.

Tenemos espías en todas partes amigo y bueno, sálvese quien pueda...

Te vamos a contar una historia que tal vez te "suene".
Mejor será que llames a Tarja y que ella te la vaya leyendo mientras vas tocando la guitarra.

EL MAESTRO





Hace muchos, muchos años, un rey llamado Violín, conquistó unas tierras muy lejanas, tan, tan lejanas, que no tenían campos, ni ríos, ni magia, así que la gente no quería vivir allí. 

Pero Violín, no se dio por vencido, lo intentó todo, echó semillas a la tierra, que no dieron fruto, compró el agua a tierras cercanas, pero ni el río quería pasar por allí.

En una tarde de tristeza, el rey Violín, salío a sus campos sin nada, y comenzó a caminar mientras sus pies levantaban el polvo del camino, pues iba arrastrándolos, haciendo surcos en la arena, vencido por sus propias tierras, iba pensando.

Pero de repente, algo topó contra su pie, y allí, enterrado bajo la arena, encontró una guitarra, al sacarla descubrió que no era una guitarra como las demás, esta guitarra no tenía cuerdas, pero bueno, sería un tesoro que llevarse de esas tierras conquistadas con tanto empeño... Así que volvió al castillo y ordeno que pusieran cuerdas a su guitarra, pero... Ningún reino quería dar nada a aquel rey cuyas tierras estaban malditas.


Piruja, una de las pajes, fue la que finalmente consiguió unas, pero la verdad es que no las había conseguido, como por arte de magia, practicando su magia, las cuerdas aparecieron a sus pies, y si, es que Piruja, no era una paje cualquiera, era la paje que controlaba la magia del castillo.

El rey, al enterarse de lo que había ocurrido, y al ver, que le daban desde el mundo de la magia las cuerdas para su guitarra, hizo poner un cartel en la entrada del pueblo "EL REINO DE LA MÚSICA".

Allí acudieron a ver tal acontecimiento todas las muchachas de los pueblos vecinos, y apareció Hada, entre todas ellas, era la que tenía la voz más dulce, y el rey Violín, la pidió cantar una melodía para él, su guitarra siempre al lado, pues, para que cogerla si no sabía tocarla.

Cuando Hada comenzó a cantar la guitarra comenzó a sonar, sus cuerdas se movían solas, y el rey, al ver semejante espectáculo, cogió la guitarra y por arte de magia también, sus dedos se movían al compás de la música.

La música, pareció tocar la fibra sensible del río, y la ninfa que lo cuidaba, desvió sus aguas para que las tierras pudieran ser cosechadas, a Gema se le agradeció su buena voluntad entregándole una casita en la orilla del río donde ella siempre había querido vivir. 

También la ninfa de las plantas, Amelia, al oír la música, quiso llevar las plantas a aquel reino, por todos es sabido que las plantas necesitan, luz, agua y canciones bellas.

Pero de hace un tiempo aquí, el Reino de la Música estaba triste, el motivo es que el rey había muerto, y hace muchos siglos que no tenían un Rey.

Tantos siglos que ya nadie se acordaba de quién fue y ni siquiera sabían a ciencia cierta quién fue el que metió la guitarra en el barril de cerveza ante una ataque de dolor por la muerte del rey, que dio magia a aquellas tierras y desde entonces, todos los aspirantes a guitarristas del reino, intentan sacarla de ahí, sin éxito, claro está. La prueba es que aún no hay Rey.

Las leyes dicen que el aspirante a guitarrista del reino que sea capaz de sacar la guitarra del barril de cerveza y hacerle sonar el himno del reino, será el nuevo Rey, claro que, no son pocos los atrevidos que se acercan hasta el palacio para conseguir sacarla, ya que aun recuerdan la historia del anterior rey, él no sabía tocar la guitarra y sin embargo, ella se adaptó a los dedos del Rey Violín.


Uno de los sirvientes reales, tenía un hijo, al que jamás había dejado entrar en los salones del palacio, a su entender, no era un lugar para los niños aquel, donde alguna vez se habló de guerra, donde además un rey murió, y era por eso, que siempre le tenía entretenido limpiando las cuadras´, dando clases de esgrima y la equitación. El sirviente solo quería, que su hijo Orthos fuera un gran Caballero del reino, como él lo fue hace mucho tiempo.

Orthos no pensaba así, a él le gustaba más la pintura y apedrear gorriones. Lo de apedrear gorriones fue una influencia de su amigo Dany y bueno, no lo hacía mal del todo, por lo menos los asustaba cuando daban mucho ruido y se querían comer las flores de su balcón, solo que alguna de las muchachas del pueblo, entre ellas Tamara, les tiraba ladrillos cada vez que osaban acercarse a tan bellos animales cantores. A fín de cuentas, después de la muerte del rey, ellos eran los únicos que traían un poco de música al reino.

Pero una mañana de primavera, mientras Orthos y Dany estaban sentados en la pradera, bueno, agazapados, pues Tamara y el resto de las muchachas les perseguían para tirarles un ladrillo, Orthos la vio, si, por primera vez la vio, armada con esa piedra roja acercándose a él de manera amenazante y se enamoró. Cayo rendido a sus pies, y dejó de pensar en pinturas, ni siquiera pensaba ya en apedrear gorriones, solo pensaba en ella.

Ahora lo que deseaba era componerle una canción a la doncella de sus sueños. Tarja, la hija del administrador del reino.

Componer canciones era fácil, todo era ponerse y a él no se le daba mal contar historias, una canción es más o menos una historia y si es para una amada, solo había que incluir sentimientos en las historias. Así que Jorge, intentó ayudarle, también Dany lo intentó, incluso Kassius, el nuevo integrante del grupo, pero no había forma de que entre ellos hicieran una historia llena de sentimientos, así que Mar, puso su toque de magia, y provocó que su imaginación volara.

Solo había una pega, toda canción necesitaba su música y Orthos no sabía tocar nada, ni una pandereta.




Lo tenía bastante mal.

Le pidió a su amigo Karras que le acompañase con su guitarra pero este la tenía rota, Dany había fallado al apedrear un gorrión y la piedra golpeó las cuerdas de la guitarra.

Mar se separó del trio, prefería ayudar a Karras en su arreglo, ya que bueno, él componía la música que a ella la inspiraba.

Orthos decidió que debía aprender y lo primero para eso sería por tener una guitarra.

Un gran problema surgió, ganas de aprender tenía y la canción compuesta para Tarja pero lo que no tenía era dinero y su padre no se lo daría. Jamás para eso.

Un buen día, entró a buscar a su padre  al gran salón del Rey y no había nadie. Pero algo le llamó la atención. Había en medio de la sala un gran barril de cerveza, o al menos la cubierta de eso. Ahora entendía porque su padre no quería que él pisara aquel salón, ainssss, estos hombres quieren toda la cerveza para ellos, ni Dany ni Karras, que si habían ido allí, le habían dicho nunca lo que había. Échate amigos para esto.




-Bueno, echaré un trago y seguiré buscando a mi padre-pensó Orthos.

Se acercó al barril con la boca hecha agua de la sed que tenía y las ganas de probar esa cerveza. Si estaba en el salón del Rey tenía que ser una cerveza para reyes, tenía que estar riquísima.

Abrió la tapadera, dispuesto a echar un buen trago, cuando se dio cuenta de que algo no cuadraba, allí no había cerveza ni líquido alguno.
Lo único que descansaba, mejor dicho, flotaba dentro del barril, bueno, no flotaba, más bien estaba encajada, y era una guitarra eléctrica, justo lo que él necesitaba.

Orthos lo vio claro, cogería esa guitarra, cerraría la tapa, le cantaría la canción a Tarja y la devolvería de nuevo al barril. Nadie se daría cuenta y al fin y al cabo, si la devolvía, no era robo.

Al principio la guitarra se resistió un poco para ser izada, parecía que pesaba toneladas, se habría enganchado abajo o algo pero al final, Orthos la sacó del barril, aunque por poco estuvo de liarse a patadas con él, ahora estaba sudando y si Tarja le veía así, se caería si, de la impresión, por verlo tan sudado.

-Qué bonita es, es triangular. Pero ahora ¿dónde la enchufo?, si aún no se inventó la electricidad. Bueno, la haré sonar como sea.




Se iba a ir ya pero recordó una cosa.

-¿Y si me la llevo y es para nada? Tal vez no funcione y me arriesgo como mínimo a una buena bronca. La probaré aquí mismo.

Orthos movió los dedos en las cuerdas pero estas no se movían, ni siquiera sonaban.

-Con razón estás metida en el barril. Si no funcionas-le dijo a la guitarra, como si ella lo pudiese escuchar.

Mientras la entraba de nuevo en el barril, defraudado totalmente, empezó a tararear la canción que le había compuesto a Tarja.



La guitarra empezó a vibrar y Orthos casi la deja caer del susto.



La sostuvo de nuevo en sus brazos e intentó tocarla de nuevo pero no sonó nada, la guitarra estaba muda.
La fue a dejar y tarareó mientras, la guitarra vibró de nuevo. Él nunca había visto cosa igual, bueno ni oído, porque era la segunda vez que tenía de cerca una guitarra, tampoco es que pudiera comparar mucho.

Orthos ya se empezó a preocupar, la volvió a sostener entre sus brazos y una luz se le hizo en su interior.

Orthos empezó a cantar la canción que le había hecho a Tarja y la guitarra empezó a zumbar de nuevo, puso sus dedos en las cuerdas y estas empezaron a sonar con el sonido más potente y bonito escuchado en los últimos cien siglos por lo menos.

Sin darse cuenta Orthos, la sala empezó a llenarse de gente y mucha de esa gente iba armada así que fueron a rodearlo para arrestarlo por haber irrumpido en la sala real sin permiso y tocar la guitarra real.

Lo apresaron, se esperaba que tuviese un gran castigo, tal vez la muerte o el destierro, como mínimo.

Pero Orthos estaba contento, al final de su cante se había dado cuenta de que entre el gentío de su alrededor, estaba Tarja y ella había escuchado su canción y por sus lágrimas de alegría, supo que ella se dio cuenta de para quién era.

El administrador real se aproximó a Orthos.

-¿Eres consciente de lo que acabas de hacer?-le preguntó.
-Sí, y aceptaré mi castigo. Hice lo que me salió del corazón.
-¿Castigo? Acabas de hacer la mayor proeza desde hace muchos siglos. Solo me queda pedirte una cosa-dijo el administrador.
-¿Qué cosa?-preguntó Orthos intrigado, lo mismo el administrador le quería pedir que se matase él mismo o algo parecido.
-Tócala otra vez Orthos-le pidió humildemente el administrador-Este reino pasa a ser tuyo. Lo que necesites, pídemelo.

Orthos no pensó en riquezas, no pensó en poder.
Orthos agarró su guitarra, se acercó a Tarja y le cantó toda la canción de nuevo.
Con una variante, claro está.

-¿Te quieres casar conmigo?

Ese fue el final y desde entonces hasta ahora, todos los enamorados, cuando están seguros de lo que quieren, les dicen esas 4 palabras a sus amados y amadas.

Fue casualidad o no, que ese día, era el cumpleaños de Orthos, y bueno, ahora le apodan como El maestro, pues después de que el reino se quedara sin sonido durante tanto tiempo, Orthos no quería que volviera a suceder, y es obligatorio para todos los habitantes del reino, tener una vez a la semana una lección de música.




  El equipo del CSI de Acompáñame y todos los seguidores, te queremos desear que lo pases muy bien en este nuevo año que se te acontece.



PD: Los dos que firman no son los culpables de to esto ¿eh? Pregunta a Piruji, tal vez ella sepa algo del tema.....

Comentarios

  1. Muchas Felicidades Orthos, vaya pedazo de entrada que la habrás disfrutado a tope te han realizado estos genios eh!!

    Y claro con esta Piruja que esta en todo.
    Un besito y disfruta mucho de tu día.

    Amelia

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  2. ¡Qué bonito, Orthos, qué bonito! Toda una orquesta para festejar tu cumpleaños, fiesta a la que me uno con la torpeza de mi vieja armónica.

    Un abrazo

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  3. Hola, bueno menudo relato mas bonito que le habéis echo al maestro y Tarja;), me ha gustado muchísimo, sois unos genios escribiendo los dos:), bueno y el tema ufff los pelillos de punta oyendo a esta mujer con ese vozarrón que tiene y el tema también se las trae "El fantasma de la Opera", todo muy bonito que estoy segura le va a gustar al chico heavy:), y bueno ya también felicitarle aquí que menos no? jeje, pues eso maestro que MUCHAS FELICIDADESSSSSS!! jeje que nos debes una cervecilla:)

    Besotes a todos!!

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  4. Uhmm, pues yo protesto y diré.........

    GRRrrrrrrrrrrrrrlicidadesssssssssssssss :)

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  5. Qué bonita felicitación, un detalle precioso, mis mejores deseos para él, que pases un día maravilloso y que este nuevo año sea genial para ti.

    Besos.

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  6. FELICIDADES por aquí también a Orthos y a ustedes muchachos, gracias por ser como son con sus amigos.

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  7. Un homenaje estupendo amigos. Os ha quedado genial la historia y bien que se lo merece Orthos, al que celebro haber conocido y con quién disfruto y aprendo de música, además de sentir sus bellas letras cuando relata sus visiones del mundo.
    Un gran abrazo amigo y muchas felicidades, otro grande para todos los miembros de Acompáñame.

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  8. Un homenaje estupendo amigos. Os ha quedado genial la historia y bien que se lo merece Orthos, al que celebro haber conocido y con quién disfruto y aprendo de música, además de sentir sus bellas letras cuando relata sus visiones del mundo.
    Un gran abrazo amigo y muchas felicidades, otro grande para todos los miembros de Acompáñame.

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  9. jajajaja peroque peasho de ca..cillos que sois jejeej
    J...er esto si que es un regalo lo demás es cuento.
    Habeis sacado fotos de todas mis guitarras desde la Ibanez a la B C Rich, pasando por la española, la Strato y la Ibanez acustica que me regalo mi colega Karras, eso y acompañado de la impresionante historia casi ha hecho que se me salten las lágrimas de la emoción.
    Bueno jo no se que más decir bribonessssssssss, jajajaj
    Y anda que la Piru, ya la vale también.
    Venga chicos lo dicho que me alegro un montón de teneros tan cerca y que espero que sigamos al pie del cañón muchos años, además ahora si vamos a ser compis compis ejjeje
    Cuidaos muchos todos vale?
    Besotes y abrazotesssssssssssssss ¡CABROOOOOONNNNNEEEESSSSS!
    JAJAJAJAJAJAAJ

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  10. peroooooooo...... j.....er aonde a ido el comentario¿? jajajaj diez minutos escribiendo y paqué? jejejeje
    Bueno pues decia que sois unos cabroncillos, que habeis sacado todas mis guitarras desde La Ibanez Jem, hasta la B C Rich negra, pasando por la española la Strato y la acustica Ibanez regalo de mi querido amigo Karras. Todo un detallazo y un regalo como no se puede recibir algo mejor.
    Casi haceis que se me salten las lágrimas leyendo la historia tan magica que habeis creado.
    Espero que sigamos mucho tiempo haciendo estas cosas que a fin de cuentas son la sal de la vida y todo se traduce a una sola cosa AMISTAD, además ahora vamos a ser compis compis jajajajaja
    Y la srta Piru ya la vale la jodia ejjejejejej
    Besotes y abrazotes para todosssssss ¡CABRRROOOOOONNNNEEESSSSSS!
    JAJAJAJAJAJJA

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  11. Perdonarle, aún sufre las secuelas de cuando dejó de fumar jajaja. La verdad es que os ha quedado total y debe sentirse tan orgulloso como lo da a entender. Besotes y abrazos.

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  12. Qué bonitooooo!!!! Un día inolvidable, torpedo, de sorpresa en sorpresa.

    Besotessss!!

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  13. Una historia muy original y hasta romance tiene. Un beso y la hicieron genial

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  14. Otro añito más felicitando al compi.
    Abrazossssss.

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