¡¡¡Feliz cumpleaños Walkyria!!!
Walkyria, ese era su nombre, y era
también el modo en que sus compañeras de juego la llamaban, era la encargada de
curar tras la batalla a los heridos que después de ella siguieran con vida, y
eso hacía la mayoría del tiempo, pero…
Walkyria era algo más que eso y
estaba cansada de que la compararan con sus otras compañeras, las que tejían
las redes de la batalla, las nornas, así que, cuando se decidía a salir de su
escondite cerca del Valhalla, cuando finalmente cerraba una de las quinientas
puertas que adornaban su lugar de trabajo, ya que después de una guerra pocos
son los que quedan con vida, y muchos menos los que traspasaban esos umbrales,
cuando ella cerraba una de esas puertas, iba a otro mundo, al mundo que ella
consideraba de verdad.
En su lugar de trabajo, las puertas
cambiaban de color continuamente, las nornas tejían y destejían uniendo los
hilos del destino, unas puertas con otras que se entrecruzaban y se movían a
una velocidad vertiginosa, al igual que la vida de las personas que estaban en
la tierra.
Walkyria tenía ese secreto, en su
trabajo, todo el mundo se movía a una velocidad espasmódica que dejaba a todos
al descubierto, pero en su vida privada, cuando echaba llave a la puerta de
salida, siempre escogía la misma, una puerta de colores, casi como los rayos de
un arcoíris y que cada vez que abría oía el sonido de una guitarra en la
lejanía que la hacía traspasar el umbral.
Y era entonces, donde encontraba un
hogar muy distinto al que había conocido, un lugar donde la paz reinaba, donde
las personas se daban la mano y se ayudaban a seguir adelante, donde pocas
cruzaban el camino hacia la guerra.
Así era su puerta de salida cuando
necesitaba evadirse del mundo en el que estaba, a veces, Odín, disfrazado con
otros nombres, la acompañaba, su trabajo también era estresante.
A veces Walkyria se sorprendía de
Odín, porque era capaz de convertirse en cualquier cosa cuando traspasaba ese
umbral, Walkyria estaba convencida, de que Odín entregaba un don a las personas
que estaban tras esa puerta, un don que le pertenecía a él, como dios supremo,
dentro del Valhalla.
Walkyria sabía, que Odín le había
entregado a Amelia su don de la sabiduría, y a Javi el de la guerra, siempre
disconforme con la actualidad política, a Karras le había entregado el don de
la magia, a Tarja el de la poesía, le entregó su don de la profecía a Gema, y
el de la victoria a Piruja, el don de la caza, en su caso pesca, se lo entregó
a Dany, con la paciencia infinita que eso requería.
A Tamara, le entregó el don de ver
los nueve mundos, pero ese don no estaba siempre, solo cuando Odín no lo
necesitaba, el don de esgrimir bien una lanza en contra de las injusticias se
lo dio a Orthos, y lo acompaño para su aventura de sus amigos de cuatro patas a
los que él tanto ama.
Walkyria estaba convencida de que
Odín era generoso, y que entregaba los dones a la gente de la tierra para
descargarse un poco el peso de la batalla, era una manera de compartir lo que
él había vivido, de compartir la vida.
Pero hoy, Walkyria cumplía años, y
Odín la encontró allí, sin esconderse, con la sinceridad que la había otorgado
desde pequeña, la encontró con Hada, que tenía el don de hacer miel de lo que
tocaba, la dulzura la acompañaba, y allí, Odín, miró su creación y quiso
revelarle a Walkyria el secreto de esa puerta.
— Walkyria, no soy yo quien entrega los dones, son
ellos los que reponen mis fuerzas, el mundo, no esta lleno de dioses, ni
criaturas fuera de lo terrenal, esta lleno de personas, con alma, corazón,
sentimientos, que te acompañarán el resto de tu vida, deberás aprender, a no
tejer la tela del destino de los demás, como hacen las nornas, pero si, a
elegir en tu vida, a los mejores guerreros para lidiar con tus defectos y para
acompañarte en tus virtudes. Has escogido una gran puerta, la de la compañía,
encontrarás en ella todos los dones que necesita el mundo, solo debes saber
recogerlos, administrarlos y entenderlos, elige esa puerta sabiamente, cuando
llegues cansada del trabajo, cuando no quieras lidiar más veces sola con el
mundo, cuando necesites que te saquen una sonrisa… Eso es lo que hace una
verdadera Walkyria, elegir a los mejores, para que la acompañen en la batalla
de la vida.
Por esto Walkyria, aun a sabiendas
de que no somos los mejores del mundo para todos, queríamos agradecerte desde
aquí que hayas elegido escoger la puerta de acompáñame, y por eso te queremos
desear un…
¡¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS!!!
Muchisimas felicidades guapisima, espero que te guste el relato. Un besazo
ResponderEliminarFelicidades guapaaaaaaa!!
ResponderEliminarFelicidades Walkirya y gracias por amenizarnos las mañanas con tu música.
ResponderEliminarAhora te gruño y aprovecho para felicitar a la diabla por su bonito relato.
Feliz cumplevida!!!
ResponderEliminarBesotes!!