CATALPA

Catalpa binonioides

El nombre vulgar de catalpa que a su vez se deriva del científico procede de los indios cherokee  ya que así conocían a este árbol.

En America también tiene un nombre común “árbol de los cigarros”  porque sus frutos alargados (siliquas) se supone que los fumaban los indios.  Esto no se sabe con certeza por supuesto ya que un indio que trabaja conmigo ha fumado de siempre ducados (es broma jajaj).

El nombre científico bignonioides  es debido al parecido de sus flores con essas preciosas trepadoras  llamadas bignonias y que podemos encontrar en infinidad de jardines y con variados colores.

En su lugar de origen, la catalpa puede llegar a medir hasta 25 mts  pero entre nosotros apenas sobrepasa los 12 m.

Las hojas que son caedizas  tienen  forma  acorazonada y un tamaño que puede llegar hasta los 30 cm aunque he de deciros que en jardines  protegidos las he visto aún más grandes. Cuando caen al suelo se degradan con gran rapidez llegando a la putrefacción relativamente pronto.

Las flores son blancas en sus corolas con dibujos manchados en  purpura, violeta y amarillo preciosas a no poder más. Cuando caen al suelo antes de quelas empiecen a pisar, adornan  la zona  como si blancos luceros  descansaran en nuestras aceras.

Una cosa en constatado personalmente (aunque seguro que estará recogido en algún sitio) y es que el dibujo  del interior de la flor, atrae irremisiblemente a los insectos como si les marcara una pista de aterrizaje. 

Una vez que este penetra en la flor  es rociado desde la parte superior  por los cargados filamentos y así en su próxima parada polinizará en otra catalpa. Una catalpa en plena floración, es un espectáculo grandioso.

Los frutos son como largas judías cilíndricas y colgantes de hasta 40 cm y como permanecen después de la caída de la hoja, dan al árbol un sugerente aspecto como si tuviese colgados cigarros puros. De aquí, lo que he repetido hasta la saciedad. LAS CATALPAS NO SE PODAN, a pesar de soportarlo bien, pues nos perdemos con ello el espectáculo de invierno. 

Pude ver en un documental  que estos al caer quedaban clavados en tierra, originando un nuevo miembro de la familia.

Su madera es frágil y podemos ver en ocasiones ramas partidas por un viento no necesariamente fuerte.

Una variedad injertada de catalpa es la Catalpa bungei que se transforma por el injerto en un precioso árbol enano con forma de bola.

Cuenta la leyenda que un anciano buscaba una sombra que lo protegiese del sol inmisericorde el cual castigaba con sus rayos a toda criatura que habitaba en aquel lugar, pero no encontró ninguna.

Y dicen que agotado clavo en el suelo su bastón que era una rama y quedo profundamente dormido. En sus sueños vislumbró un árbol de anchas hojas que  le regalaba una fresca sombra  donde se guarecía rodeado de los animales de ese desierto.  Luastsi, dios de los bosques indagó en su pensamiento y al momento convirtió en realidad el sueño del anciano haciendo nacer de su bastón a la hermosa Catalpa, la cual por la magia del Dios comenzó a multiplicarse rápidamente conformando un fresco bosque donde la vida volvió a bullir con desenfrenada alegría.

HACEDME EL FAVOR DE SER FELICES       KARRAS.