Día Internacional del cáncer infantil.

Bueno amigos y amigas, amigas y amigos, hoy es el Día Internacional del cáncer infantil y desde aquí, vamos a hablar un poquito sobre este día y como siempre, teniendo en cuenta de que todos los días hay que portarse igual con ellos.


El 15 de febrero se recuerda el Día Internacional del Cáncer Infantil en 86 países y 148 organizaciones de ayuda a niños con cáncer, miembros de la Confederación Internacional de Organizaciones de Padres de Niños con Cáncer, quienes realizarán campañas a favor del mejoramiento de las condiciones durante todo el mes.

El 15 de febrero se celebra en todo el mundo el Día Internacional del Cáncer Infantil, instituido en Luxemburgo en el año 2001. La jornada busca sensibilizar y concienciar a la comunidad, respecto de la importancia de esta problemática y de la necesidad de un acceso rápido al diagnóstico y tratamiento adecuado.

La Organización Mundial de la Salud informó que en 2012 se detectaron cerca de 160 mil  nuevos casos de cáncer infantil en el mundo y casi 90 mil pacientes de este tipo fallecieron. En México se tiene registro de 3 mil 800 casos de cáncer infantil al año, de los cuáles el 45% son atendidos mediante seguridad social, 45% por la Secretaría de Salud y 10% a través del ISSSTE.

Las Organizaciones de Ayuda a Niños con Cáncer realizarán, durante todo el mes de febrero, campañas en favor del mejoramiento de las condiciones en sus países promoviendo la iniciativa del uso de una prenda blanca, en apoyo a estos niños.

En Latinoamérica se promueven acciones conjuntas a nivel regional, y se propone la Campaña Ponete la Camiseta, invitando a la comunidad a usar una remera blanca el 15 de febrero, en señal de apoyo a los miles de niños en tratamiento oncológico.

En Paraguay, es conocida la situación de los niños que no cuentan con seguro médico del Instituto de Previsión Social ni seguro médico privado.

La Federación Española de Padres de Niños con Cáncer (FEPNC) lanza la iniciativa “Ayúdales. Son sólo niños”, que pretende sensibilizar a la sociedad sobre la enfermedad en los niños para que, ante todo, se les vea como lo que son: niños.

El cáncer sigue atacando de manera general, pero cuando se trata de niños, es de destacar que afecta de forma muy distinta a como lo hace con los adultos.


Algo que han advertido los médicos es que en adultos muchos de estos cánceres se registran por exposiciones anteriores a factores que influyeron en su desarrollo, mientras que en los infantes tienen mucho que ver el componente genético.


La mortalidad de niños por cáncer ha aumentado en forma alarmante, toda vez que se da el abandono del tratamiento por muchas causas y esto acelera el desenlace fatal de la enfermedad, indica el pediatra hematooncólogo Jaime Trucco.

En los niños, el cáncer más frecuente es la leucemia, la cual se manifiesta con moretones en la piel sin causa aparente, le sigue el sangrado por la boca, la nariz, dolores en el cuerpo y la fiebre. Estos son los síntomas más evidentes que pueden indicar la presencia de cáncer.


Existen leucemias congénitas, por lo que pueden aparecer casi inmediatamente después del nacimiento, aunque existe una edad donde más se desarrolla y está alrededor de los cinco años.


De otra parte, la leucemia tiene tipos diferenciales de acuerdo a la edad. La leucemia linfoblástica aguda es la más frecuente, seguida de la mieloblástica.

El 80% de los pacientes con cáncer se curan, pero teniendo en cuenta que se cumplan todos los lineamientos del tratamiento. Para el doctor Trucco, el conocimiento de la familia, en especial la madre, es muy importante, toda vez que hará todo lo indicado en el momento indicado.

Para tratar a estos niños no solo hay el procedimiento quirúrgico o meramente médico sino también el sicológico y educativo.

En el trabajo terapéutico con niños enfermos de cáncer el objetivo prioritario no es trabajar desde los conflictos en general, sino establecer un diálogo significativo y confiado que permita la integración de la experiencia traumática causada por la enfermedad, el fortalecimiento de su yo, la recuperación de aquellas partes dañadas y el mantenimiento de una experiencia de continuidad y coherencia corporal. Di Gallo insiste en la importancia de la edad del niño, la etapa de su desarrollo cognitivo y emocional y sus capacidades físicas y psíquicas para el establecimiento y desarrollo de la comunicación. Resalta también la evaluación de los recursos de afrontamiento ante las tensiones y restricciones físicas, psíquicas y sociales que genera la enfermedad y el reconocimiento y  respeto de mecanismos defensivos básicos como la regresión, cuando está amenazada la propia supervivencia.
Si estos mecanismos son generalizados como forma de autoprotección yoica, impedirán el contacto apropiado del niño con su entorno y la posibilidad de establecer un diálogo. La tarea del terapeuta consistirá en ayudar al niño a buscar salidas a su aislamiento; en niños pequeños y en periodo de latencia la intervención requiere más recursos que sólo el verbal.

Una de las terapias puede ser el dibujo.

Di Gallo señala que en el proceso terapéutico el dibujo también se ve influido por la relación del niño con el terapeuta además de expresar su estado actual y sus experiencias, por lo que adquiere un significado especial que sólo puede ser comprendido desde este contexto privilegiado, donde el dibujo cobra mayor relevancia comunicativa y expresiva. En este sentido Dio Bleichmar (2005) señala la importancia de la actitud del terapeuta en el encuentro interpersonal, la empatía y la invitación a la participación permiten en el niño el inicio del contacto y favorecen la comunicación, observando en todo momento las modalidades de relación que activa el infante.

De verdad, que con lo que tenemos encima siempre, con las penas y dolores que debemos de soportar, que tengamos que vivir también teniendo que pensar en los latrocinios de políticos, banqueros, empresarios deshonestos, etc. O mismamente, pensar en guerrear unos con otros, dividirnos en vez de unirnos.
¿De verdad es posible avanzar en algo, cuando en lo único que pensamos en en estar separados y mirar solo  nuestro ombligo sin pensar en los demás?
Hoy, mañana, pasado, ayer, hace semanas, años, hay niños que mueren y no hubieran muerto muchos si nosotros, los mayores (ellos de nada tienen la culpa), los que pueden, los que mandan, los que ambicionan, ambicionasen el bien de todos y no el de ellos solos.
Si en vez de tener que fabricar guerras para vender armas o vender armas para fabricar guerras, si en vez de pensar en que las religiones son más poderosas que las vidas humanas, tal vez, sin esas lacras, esta otra lacra, el cáncer, estaría mucho más controlado y con un poco de suerte y de investigación conjunta, podría ser tomado como una gripe o quién sabe, como un dolor de muelas y no de algo mortal si no se ataja a tiempo.

No sé, no iba a escribir nada pero me he dejado llevar.

Tengamos esperanza y que se pueda investigar lo suficiente o que dejen salir a la luz algunos productos que no interesan a los grandes laboratorios y solo quieren colocarnos los caros y que no se erradique o controle más esta penosa enfermedad.

Tengamos esperanza, la Aguirre no, la esperanza de toda la vida, la verde.

Un abrazo.