Tengo una carta para..... La casualidad, Tamara y todos

Parece mentira cómo la casualidad se pone el disfraz de una mariposa y produce encuentros como el nuestro.


Hace un año aproximadamente, empecé a pasear más por los blogs y, como os iba diciendo, la casualidad me hizo recalar en el blog de un par de personas encantadoras, luego conocí a más gente a través de ellos, a cual más encantador, tales como el amigo Karras e incluso la paisanita Piruja, conocí a mucha gente con mi apertura a "nuevos mundos blogueros".


Y también la conocí a ella.


¿Cómo fue?


De casualidad, ya os lo estoy diciendo.


Ella puso algo en el blog "Sabores compartidos" de nuestros amigos comunes Orthos y Tarja y yo, aproveché para soltarle algún rebuzno.


La chica, al principio se quedó un poco como diciendo "¿Y este de qué va?.


Tal vez, la curiosidad pudo más que su prudencia y tuvo la mala suerte de contestarme.


Mal hecho por su parte ya que, vi la oportunidad de sacar a mi alien y empezar a pincharla, no se me da muy mal del todo.


Ahora ella reaccionó de otra forma, viendo que conmigo no se puede hablar serio y sacó su traje de albañil y empezó a lanzarme ladrillazos, pero así, como si tal cosa.
A lo que yo respondí con más rebuznos.


Ella se intrigó mucho, había cierto "halo de misterio" en mí y también me intrigué yo, me parecía raro que alguien me aguantase tantos rebuznos seguidos.


Nos seguimos los blogs y los comentarios iban y venían a destajo.


Empecé a leer uno de sus libros, Isemay. Ay mi Isemay, todavía sigo leyéndolo y espero que al final se le solucione todo.


La chica empezó a leer mi libro, Los Reinos de Overlastar, sé que la estoy volviendo loca, como a todos, por los cambios que da la historia pero prometo volverlos más con la segunda parte y más con la tercera, comenzada hace un tiempo y aparcada para intentar acabar dos relatos de otro tipo.


Y nada, siguió la curiosidad.


A principios de diciembre, estando emitiendo yo en una radio online, veo su nick (nombre), entrando en la sala.


Creo en las casualidades y hay más nombres como el suyo, ¿por qué iba a ser ella?
Pero lancé el ladrillo, nombrándola en la radio y ella se rió, la imagino riendo, su bonita sonrisa y cogiendo el ladrillo para lanzármelo como saludo.


Era ella, mi ladrillera profesional.
Mi antagonista y compañera de blog.
Sí, ya creo que os lo estáis imaginando, creo que casi desde el principio.


La casualidad hizo que poco a poco naciese una gran y bonita amistad.


Ella es una personita adorable y yo un bruto de cuidado pero hacemos buen tándem, como dice Amelia, somos el Ying Yang, el aceite y el agua. Yo rebuzno y ella pone la sensatez y el arte a las cosas.


Esto va a acabar muy mal, o muy bien,  imagino pero de momento, lo disfruto como el más bonito premio.


La casualidad me dio este premio y ahora lo comparto con ella porque es parte de esta bonita historia.


Una de las tantas historias que hay en la Red, ya comprenderéis que no todas acaban mal o que no toda la gente entra para hacer mal y que Internet es malo. 


Me has dado mucho Tamara, seguro que más de lo que merezco y esta es una de las poquitas cosas que puedo hacer para demostrar lo que aprecio tu apoyo, comprensión y amistad.


La casualidad fue la que os trajo hasta aquí, por casualidad nos fuimos conociendo unos a otros y me gustaría que esta cadena tan bonita no se rompiera nunca, que cada vez seamos más porque así nos enriqueceremos, apoyaremos, acompañaremos, las vidas y por qué no, el alma.


Ya no sé qué mas decir, la verdad es que había pensado más cosas pero ahora no me salen, el alien me está diciendo que os pida fotos en tanga para Javi y para él.


Y nada, con el principio del post acabo, tan solo deciros que lo acompaño de ese pequeño vídeo que monté para que lo veáis si queréis y escuchéis mientras leéis esto, si queréis.


Yo ya no sé si pongo tildes de más o de menos pero no pasa nada, si total, no me va a leer doña Paqui, una de mis más entrañables profesoras de Lenguaje, allá por el siglo pasao.


La casualidad se puso el disfraz de una mariposa y con su vuelo me llevó a vosotros.