Ajoblanco estilo mío. Puntos suspensivos. No echarla siesta después

Bueno, el amigo Javi-kaiko no está disponible para este post de recetas y le voy a sustituir como buenamente pueda.

Tengamos en cuenta que yo supongo ya que tenéis el estómago tipo cabra, que lo toleráis todo y que tenéis más fe que el superviviente de la cuatro, aquí os dejo algo no apto para gente a dieta, aunque da igual, si la dieta se la hace cada uno como quiere.


Si hoy te hinchas de comer, dejas de comer 4 días y adelgazas.
Si hoy no comes, pues mañana tampoco, porque estamos en crisis y así consecutivamente, al final adelgazas.


Y me da igual si me creéis o no, dentro de 120 años me lo comentáis, a ver si estáis gordos o no.

En fin, que nos desviamos del tema.


Esto es una receta que aprendí de pequeñito y llevo toda la vida evolucionándola a mi antojo.


Como no tengo ni puñetera idea de cocinar, pues no va a ser cocinar lo que haremos hoy, pero comeremos.
Vaya que si comeremos.


Comenzamos el espectáculo.


El alien ha visto eso acabado en culo y ha levantado las orejas, quieto alien.


Creo que todos sabéis hacer una salsa mayonesa de estas que llevan ajo picado y un poquito vinagre así que la hacéis y punto.

Con ese peazo mayonesa hecha ya, cogemos un bol (cacharro hondo redondete) y ya dependiendo de los comensales, pues que sea muy grande o pequeño, no es culpa mía, eso ya vosotros mismos, no tengo por qué estar en todo.

Pues eso, cogemos el bol, echamos unas cuantas cucharadas de esa rica mayonesa, cargada de ajo y vinagre y vamos disolviéndola en agua.
La disolución se hace con una cuchara grande, de estas que si te la metes en la boca ya no puedes sacarla porque se queda encasquillá dentro. Pues de esa.


Teniendo ya la "argamasa" hecha, todo disuelto, probamos y si notamos que hace falta algo más de sal o vinagre, pues a qué esperas, échalooo. Vaya tela.

Bueno, ahí está el blanco caldo.


Troceamos unos pepinos, tomates (la gente normal también echa melón, pera y alguna cosa más pero yo paso, para eso me hago una macedonia de frutas aparte)


Si queréis un toque un poco más amargo, pues lechuga al canto también.

Metemos en la nevera para que se refresque hasta que vayamos a servirlo.


Hora de servirlo:


Echamos trozos de pan duro dentro del caldo ese y ale, a los platos.
También se puede echar en los platos y que cada cual se eche un "puñao" de pan, como si se quiere echar galletas, a mí que no me diga na luego.


Este es el plato y claro está, mejor también que tengas preparada una buena tortilla patatas con pimiento y cebolla.

En otro platito, unos fiambres, digamos jamón, lomo embuchado, etc.


Y calor, mucho calor, con esto se alivia pero como yo digo siempre, no te eches la siesta después que vas a sudar más que haciendo una zanja de 4 metros de hondo a las 3 de la tarde en el sahara.


Y ya está, creo que el plato no puede ser más sencillo y me voy, que tengo que preparar la mayonesa rica en ajo y vinagre.

Ale, que ustedes lo disfruten y cuando venga Javi, seguro que me echa alguna maldición o me pega 4 tiros.

Pero a mí me gusta mucho este plato así que os fatidiais y lo aprendéis para cuando me invitéis a vuestra casa.