Tamara, la domadora de dragones 2016. FELIZ CUMPLEAÑOS.
Como cada año, la Fiesta de los Dragones está al llegar.
De hecho, sin que nadie se haya dado cuenta, en realidad ha llegado.
¿Que por qué digo esto?
Ni yo mismo lo sé, solo sé que lo siento en el ambiente, en mis carnes y, por supuesto, en mi alma.
Tamara tuvo una pesadilla.
Una más, pensaría cualquiera.
Tamara no pensó eso.
Esta pesadilla fue diferente, tanto, que fue real.
Algo se había aferrado a ella mientras soñaba y, por desgracia, a través del sueño, había entrado en nuestra dimensión.
Mientras el ser aleteaba en el duerme vela de Tamara, algo resonó en su mente y se quedó ahí grabado a fuego (nunca mejor dicho).
"Este año la fiesta seré yo".
Y Tamara despertó.
Ella estaba acostumbrada a sueños y pesadilla y, al principio también pensó que sería una más.
Se levantó, fue al baño y se miró al espejo temiendo que esa mañana tendría unas ojeras hasta los pies.
No se equivocó, tenía unas grandes y oscuras ojeras fruto de la mala noche pasada pero eso no fue lo que llamó su atención.
Lo que le llamó la atención y horrorizó fue la especie de tatuaje que apareció en su cara.
Un tatuaje con la forma y colorido de un gran dragón verde esmeralda.
En realidad no le quedaba mal el tatuaje, era una especie de dibujo difuminado, si te fijabas mucho veías el dragón pero si no, solamente veías una leve mancha en la cara.
El pade de Tamara llamó a la puerta.
-¿Ya estás lista Tamara? Hoy es un día grande. Vendrán muchos de tus amigos dragones. Uhmm, espero que vengan en su apariencia humana, o casi humana, si no, tendremos un pequeño problema de espacio en la sala de festejos.
-Ya voy papá, me maquillo un poco y salgo.
-Vale, aunque no te hace falta eso.
-Uy, hoy sí.
El padre se fue, sus pasos resonaron bajando las escaleras y se le escuchó saludando a alguien.
Tamara se maquilló lo mejor que pudo pero por alguna extraña razón, la parte donde estaba esa especie de tatuaje nunca quedaba cubierta.
-Tenemos un problema tú y yo, veo. Pues te sacaremos provecho, aunque te pese.
Cuando terminó sus tareas de aseo, Tamara respiró profundamente.
Salió y el mundo volteó alrededor de ella.
Anteapos, alias Dany la estaba mirando fijamente.
-Ni que hubieras visto a la misma Larinas, vaya recibimiento más soso me haces después de no vernos en varios meses.
-No es por ti-mintió ella descaradamente-Es que debo tener baja la tensión, aparte de mi pesadilla de anoche.
-¿Larinas volvió a entrar en tu mente? -dijo Anteapos muy preocupado.
-Que yo sepa no, pero algo me dijo que se unía a nuestra fiesta y saltó a esta dimensión a través de mi sueño.
-Qué raro, eso no lo puede hacer casi niguna especie, Larinas, desde luego que no, ni sus huestes, a no ser que hayan cambiado mucho. No te preocupes, será una pesadilla más. Eres humana, los humanos sois así, sin más.
-Aunque no lo parezca, estoy muy preocupada por mi pesadilla, era diferente a todas. Fue como si algo pasase a través de mí, sin mi consentimiento y me fastidia ser culpable de que algo abominable ande por este mundo suelto por mi culpa y gran receptividad a todo.
-También, por culpa de tu receptividad a todo estamos nosotros aquí, viviendo en paz entre vosotros o algo aparte pero en tu mundo y dimensión. Os ayudamos a progresar y vosotros nos lo compensáis lo mejor que podéis. Ambas especies contentas.
-Ya, pero tú sabes que hay más especies aparte de la tuya y que la mayoría o quiere exterminarnos, comernos, martirizarnos o las tres cosas en su orden correspondiente. Ninguna de ella nos gusta a los humanos, y lo sabes.
-Véis muchas películas de fantasía, es lo que opino. Tampoco es que todas las especies quieran haceros esas cosas, en realidad, creo que la mayoría os teme más que vosotros a ellas. Eso también opino.
-Vale, a veces nos comportamos como animales. En realidad siempre porque lo somos, pero muchas veces somos civilizados y atentos.
-No todos, también he de decir pero la mayoría se porta bien normalmente...
-Correcto, como las otras especies, unas nos quieren comer y otras se portan bien normalmente.
-Olvídalo Tamara. Un es un día de Fiesta, la fiesta de nuestra alianza. Eso es lo que importa. Por cierto, ¿no te has maquillado en exceso? Llevas más capas que las paredes de mi casa. Es un decir, vale, mi casa es de ladrillo, no está pintado, claro está pero solo quería hacerte sonreír o que me gruñeras. Veo que ni una ni otra y ahora sí que me preocupo. ¿Qué te sucede?
-No te has dado cuenta de mi marca en la cara...
-¿Qué marca? Ah sí.
Tamara respiró aliviada.
-Esa cara tan fea que tienes hoy tiene pinta de ser una buena marca.
-No ves la marca...
-¿Qué marca?
-Aquí -y se tocó el sitio.
-Ah, qué cosa más fea tienes en la cara. ¿Me dejas que te lo reviente?
-Eres imbécil a veces Anteapos, ¿lo sabes?
-Si solo fuera a veces... -respondió él resueltamente.
-Pero no ves la marca...
-La verdad es que veo una bonita cara según los cánones humanos, aunque no tanto para los dragoniles. Además, no tienes alas ni nada.
-Deja de bromear, esto es muy serio. Tengo una marca con forma de dragón verde esmeralda en la cara y no la ves ni tú. ¿No te parece preocupante eso?
Ahora al que se le borró la sonrisa de la cara fue a Anteapos.
-No...No puede ser... Ella aquí... No.
-¿Qué rezongas a lo bajini? -preguntó ella.
-Nada, tengo que irme. Necesito contrastar alguna cosa. Tú no te preocupes y ve preparando el festejo en el salón. Regreso en nada.
Y salió corriendo con su forma humana hasta que llegó a la calle, en un plis plas se transformó en el dragón rojo que era. El cielo se tornó rojo por un momento y luego, desapareció en la lejanía.
-Qué morro, ahora me deja aquí sola con mi preocupación. Dragones...
Moviendo la cabeza de un lado para otro, se encaminó hacia el salón de festejos para ayudar en lo que pudiera en el evento.
A medida que se acercaba la cara le iba picando más en la zona de la sala de festejos, ya era una especie de quemazón pero no desagradable, en realidad, no sabía si agradaba o no. Era algo indescriptible y que tenía algo que ver con su pesadilla.
Cuando iba a abrir la puerta, Anteapos apareció de repente, transformándose en un humano en milésimas de segundos.
-No entres Tamara. Ella te espera dentro. No entres.
-Ni caso te voy a hacer y lo sabes, ya estoy harta de tanto fantasmeo y secretismo. Las cosas se afrontan o no.
Yo las afronto.
-Pero... Ella... No me fío.
-Ah, que sí sabías algo sobre mi pesadilla, ¿no? No hiciste nada y mi padre y amigos están ahí dentro. Y tú dices que no entre. No te conozco. Podrían estar en peligro -dijo ella abriendo la puerta súbitamente y mirando dentro, esperando encontrar lo peor de lo peor ahí dentro.
La verdad es que no había nada más raro de lo normal que hay cuando se prepara una fiesta.
Bueno sí, la gente no estaba preparando nada en ese momento, estaban haciendo un corrillo y riendo a carcajadas a ratos.
De repente, el corrillo se abrió un poco y se pudo atisbar lo que equivalía al centro de él, a lo que estaban prestando atención sus vecinos.
Algo la agarró del brazo.
Bueno, alguien.
Su padre.
-Hola Tamara, tardaste mucho. Ven que te presente a alquien encantador.
Y la encaminó a lo que era el centro de conversación y carcajadas.
Para su sorpresa, no era un horror lo que vio ahí.
Más bien era todo menos un horror.
Era una agradable viejecita, pequeñita y con cara sonrosada y mirada picaruela.
-Hola Tamara, a ti te conozco de esta noche-le tocó la cara y le desapareció el picor y quemazón-disculpa.
Y por lo bajini le dijo:
-"Perdona mi fallo, estoy desentrenada en viajar entre dimensiones, se me cayó esa escama en tu cara. Espero que no te haya causado malestar".
-Estoo o. No mucho en realidad. ¿Quién eres y qué quieres? -se puso a la defensiva Tamara.
-Uhmm. Hace siglos que me llamo Auxdora pero me puedes llamar Aux.
-¿Qué quieres de este mundo? ¿Por qué quieres conquistarlo o algo peor?
-¿Yo?, yo solo vine a conquistarte a ti.
-¿A mí? ¿Eres de las huestes de Farinas?
-Oh no, esa fue mi aprendiz en mis tiempos mozos. Siempre fue un poco "extrema" para todo.
-Y tanto, entonces, ¿tú eres su jefa?
-Querida humana, yo no sé ni lo qué es ser jefa. Yo soy Auxdora, emperatriz de dragones y nada al mismo tiempo -pareció triste al decir esto.
Tamara pensó:
-"Una dragona emperatriz, la cual ha sido maestra de Larinas y que tiene un poder del que Anteapos-Dany me ha dicho que no cree que nadie tenga. El de atravesar dimensiones mediante los sueños de otros. ¿Qué querrá de mí?
-Te he visto Anteapos, no te escondas tras esa columna -dijo la dragona-anciana-encantadora.
-Si tocas a Anteapos te las verás conmigo, sabes que en sueños soy poderosa y lo mismo que he soñado para que vengas, soñaré para que te vayas a tu dimensión -amenazó Tamara sin querer.
-Tranquila Tamara, no me hará daño. Por lo menos físicamente...
Y sin dejar tiempo a ninguna respuesta más:
-¿A qué has venido, abuelita? Tú decías que los asuntos de los humanos no eran cosa tuya.
-Bueno nietecito, pero tú sí eres mi asunto y me estoy dando cuenta que los humanos no son un mal entretenimiento tampoco. Además, son graciosos.
-"¿Su abuela? -pensó Tamara.
Y en voz alta:
-¿Sabías que tu abuela era capaz de cambiar de dimensiones mediante sueños y te lo callaste?
-Bueno, tenía la vaga esperanza que se hubiera colado algún demonio o similar, no esperaba tanto castigo, la verdad.
-Que te oigo nieto, ¿quieres que te azote como cuando eras un dragón pequeñito?
-Déjalo abuela, ya crecí.
-Para mí no, ni un poco y todavía te puedo.
-Lo sé abuela, lo sé.
-Pues a callar, tenemos una Fiesta que celebrar y yo vine a ayudar. Me caen bien estos humanos.
Tamara suspiró, al final su pesadilla no había sido tal, solo tensión ante la Fiesta pero dejó un hueco en su mente que Aux aprovechó.
-Sí "nieta", sí, detecté que necesitábais de mi ayuda para organizar esto y decidí intervenir.
-Benditas sean tus intervenciones abuela-ironizó Anteapos.
-Me ha llamado nieta... -repetía una y otra vez Tamara-.Me ha llamado nieta...
Uhmm, por si no os habéis dado cuenta los asiduos a leer estos relatos de Tamara, la domadora de dragones, siempre que hago uno, es por algo especial.
Tan especial como que Tamara hoy cumple años.
FELICIDADES TAMARA.
Hasta el año que viene encanto.
De hecho, sin que nadie se haya dado cuenta, en realidad ha llegado.
¿Que por qué digo esto?
Ni yo mismo lo sé, solo sé que lo siento en el ambiente, en mis carnes y, por supuesto, en mi alma.
Tamara tuvo una pesadilla.
Una más, pensaría cualquiera.
Tamara no pensó eso.
Esta pesadilla fue diferente, tanto, que fue real.
Algo se había aferrado a ella mientras soñaba y, por desgracia, a través del sueño, había entrado en nuestra dimensión.
Mientras el ser aleteaba en el duerme vela de Tamara, algo resonó en su mente y se quedó ahí grabado a fuego (nunca mejor dicho).
"Este año la fiesta seré yo".
Y Tamara despertó.
Ella estaba acostumbrada a sueños y pesadilla y, al principio también pensó que sería una más.
Se levantó, fue al baño y se miró al espejo temiendo que esa mañana tendría unas ojeras hasta los pies.
No se equivocó, tenía unas grandes y oscuras ojeras fruto de la mala noche pasada pero eso no fue lo que llamó su atención.
Lo que le llamó la atención y horrorizó fue la especie de tatuaje que apareció en su cara.
Un tatuaje con la forma y colorido de un gran dragón verde esmeralda.
En realidad no le quedaba mal el tatuaje, era una especie de dibujo difuminado, si te fijabas mucho veías el dragón pero si no, solamente veías una leve mancha en la cara.
El pade de Tamara llamó a la puerta.
-¿Ya estás lista Tamara? Hoy es un día grande. Vendrán muchos de tus amigos dragones. Uhmm, espero que vengan en su apariencia humana, o casi humana, si no, tendremos un pequeño problema de espacio en la sala de festejos.
-Ya voy papá, me maquillo un poco y salgo.
-Vale, aunque no te hace falta eso.
-Uy, hoy sí.
El padre se fue, sus pasos resonaron bajando las escaleras y se le escuchó saludando a alguien.
Tamara se maquilló lo mejor que pudo pero por alguna extraña razón, la parte donde estaba esa especie de tatuaje nunca quedaba cubierta.
-Tenemos un problema tú y yo, veo. Pues te sacaremos provecho, aunque te pese.
Cuando terminó sus tareas de aseo, Tamara respiró profundamente.
Salió y el mundo volteó alrededor de ella.
Anteapos, alias Dany la estaba mirando fijamente.
-Ni que hubieras visto a la misma Larinas, vaya recibimiento más soso me haces después de no vernos en varios meses.
-No es por ti-mintió ella descaradamente-Es que debo tener baja la tensión, aparte de mi pesadilla de anoche.
-¿Larinas volvió a entrar en tu mente? -dijo Anteapos muy preocupado.
-Que yo sepa no, pero algo me dijo que se unía a nuestra fiesta y saltó a esta dimensión a través de mi sueño.
-Qué raro, eso no lo puede hacer casi niguna especie, Larinas, desde luego que no, ni sus huestes, a no ser que hayan cambiado mucho. No te preocupes, será una pesadilla más. Eres humana, los humanos sois así, sin más.
-Aunque no lo parezca, estoy muy preocupada por mi pesadilla, era diferente a todas. Fue como si algo pasase a través de mí, sin mi consentimiento y me fastidia ser culpable de que algo abominable ande por este mundo suelto por mi culpa y gran receptividad a todo.
-También, por culpa de tu receptividad a todo estamos nosotros aquí, viviendo en paz entre vosotros o algo aparte pero en tu mundo y dimensión. Os ayudamos a progresar y vosotros nos lo compensáis lo mejor que podéis. Ambas especies contentas.
-Ya, pero tú sabes que hay más especies aparte de la tuya y que la mayoría o quiere exterminarnos, comernos, martirizarnos o las tres cosas en su orden correspondiente. Ninguna de ella nos gusta a los humanos, y lo sabes.
-Véis muchas películas de fantasía, es lo que opino. Tampoco es que todas las especies quieran haceros esas cosas, en realidad, creo que la mayoría os teme más que vosotros a ellas. Eso también opino.
-Vale, a veces nos comportamos como animales. En realidad siempre porque lo somos, pero muchas veces somos civilizados y atentos.
-No todos, también he de decir pero la mayoría se porta bien normalmente...
-Correcto, como las otras especies, unas nos quieren comer y otras se portan bien normalmente.
-Olvídalo Tamara. Un es un día de Fiesta, la fiesta de nuestra alianza. Eso es lo que importa. Por cierto, ¿no te has maquillado en exceso? Llevas más capas que las paredes de mi casa. Es un decir, vale, mi casa es de ladrillo, no está pintado, claro está pero solo quería hacerte sonreír o que me gruñeras. Veo que ni una ni otra y ahora sí que me preocupo. ¿Qué te sucede?
-No te has dado cuenta de mi marca en la cara...
-¿Qué marca? Ah sí.
Tamara respiró aliviada.
-Esa cara tan fea que tienes hoy tiene pinta de ser una buena marca.
-No ves la marca...
-¿Qué marca?
-Aquí -y se tocó el sitio.
-Ah, qué cosa más fea tienes en la cara. ¿Me dejas que te lo reviente?
-Eres imbécil a veces Anteapos, ¿lo sabes?
-Si solo fuera a veces... -respondió él resueltamente.
-Pero no ves la marca...
-La verdad es que veo una bonita cara según los cánones humanos, aunque no tanto para los dragoniles. Además, no tienes alas ni nada.
-Deja de bromear, esto es muy serio. Tengo una marca con forma de dragón verde esmeralda en la cara y no la ves ni tú. ¿No te parece preocupante eso?
Ahora al que se le borró la sonrisa de la cara fue a Anteapos.
-No...No puede ser... Ella aquí... No.
-¿Qué rezongas a lo bajini? -preguntó ella.
-Nada, tengo que irme. Necesito contrastar alguna cosa. Tú no te preocupes y ve preparando el festejo en el salón. Regreso en nada.
Y salió corriendo con su forma humana hasta que llegó a la calle, en un plis plas se transformó en el dragón rojo que era. El cielo se tornó rojo por un momento y luego, desapareció en la lejanía.
-Qué morro, ahora me deja aquí sola con mi preocupación. Dragones...
Moviendo la cabeza de un lado para otro, se encaminó hacia el salón de festejos para ayudar en lo que pudiera en el evento.
A medida que se acercaba la cara le iba picando más en la zona de la sala de festejos, ya era una especie de quemazón pero no desagradable, en realidad, no sabía si agradaba o no. Era algo indescriptible y que tenía algo que ver con su pesadilla.
Cuando iba a abrir la puerta, Anteapos apareció de repente, transformándose en un humano en milésimas de segundos.
-No entres Tamara. Ella te espera dentro. No entres.
-Ni caso te voy a hacer y lo sabes, ya estoy harta de tanto fantasmeo y secretismo. Las cosas se afrontan o no.
Yo las afronto.
-Pero... Ella... No me fío.
-Ah, que sí sabías algo sobre mi pesadilla, ¿no? No hiciste nada y mi padre y amigos están ahí dentro. Y tú dices que no entre. No te conozco. Podrían estar en peligro -dijo ella abriendo la puerta súbitamente y mirando dentro, esperando encontrar lo peor de lo peor ahí dentro.
La verdad es que no había nada más raro de lo normal que hay cuando se prepara una fiesta.
Bueno sí, la gente no estaba preparando nada en ese momento, estaban haciendo un corrillo y riendo a carcajadas a ratos.
De repente, el corrillo se abrió un poco y se pudo atisbar lo que equivalía al centro de él, a lo que estaban prestando atención sus vecinos.
Algo la agarró del brazo.
Bueno, alguien.
Su padre.
-Hola Tamara, tardaste mucho. Ven que te presente a alquien encantador.
Y la encaminó a lo que era el centro de conversación y carcajadas.
Para su sorpresa, no era un horror lo que vio ahí.
Más bien era todo menos un horror.
Era una agradable viejecita, pequeñita y con cara sonrosada y mirada picaruela.
-Hola Tamara, a ti te conozco de esta noche-le tocó la cara y le desapareció el picor y quemazón-disculpa.
Y por lo bajini le dijo:
-"Perdona mi fallo, estoy desentrenada en viajar entre dimensiones, se me cayó esa escama en tu cara. Espero que no te haya causado malestar".
-Estoo o. No mucho en realidad. ¿Quién eres y qué quieres? -se puso a la defensiva Tamara.
-Uhmm. Hace siglos que me llamo Auxdora pero me puedes llamar Aux.
-¿Qué quieres de este mundo? ¿Por qué quieres conquistarlo o algo peor?
-¿Yo?, yo solo vine a conquistarte a ti.
-¿A mí? ¿Eres de las huestes de Farinas?
-Oh no, esa fue mi aprendiz en mis tiempos mozos. Siempre fue un poco "extrema" para todo.
-Y tanto, entonces, ¿tú eres su jefa?
-Querida humana, yo no sé ni lo qué es ser jefa. Yo soy Auxdora, emperatriz de dragones y nada al mismo tiempo -pareció triste al decir esto.
Tamara pensó:
-"Una dragona emperatriz, la cual ha sido maestra de Larinas y que tiene un poder del que Anteapos-Dany me ha dicho que no cree que nadie tenga. El de atravesar dimensiones mediante los sueños de otros. ¿Qué querrá de mí?
-Te he visto Anteapos, no te escondas tras esa columna -dijo la dragona-anciana-encantadora.
-Si tocas a Anteapos te las verás conmigo, sabes que en sueños soy poderosa y lo mismo que he soñado para que vengas, soñaré para que te vayas a tu dimensión -amenazó Tamara sin querer.
-Tranquila Tamara, no me hará daño. Por lo menos físicamente...
Y sin dejar tiempo a ninguna respuesta más:
-¿A qué has venido, abuelita? Tú decías que los asuntos de los humanos no eran cosa tuya.
-Bueno nietecito, pero tú sí eres mi asunto y me estoy dando cuenta que los humanos no son un mal entretenimiento tampoco. Además, son graciosos.
-"¿Su abuela? -pensó Tamara.
Y en voz alta:
-¿Sabías que tu abuela era capaz de cambiar de dimensiones mediante sueños y te lo callaste?
-Bueno, tenía la vaga esperanza que se hubiera colado algún demonio o similar, no esperaba tanto castigo, la verdad.
-Que te oigo nieto, ¿quieres que te azote como cuando eras un dragón pequeñito?
-Déjalo abuela, ya crecí.
-Para mí no, ni un poco y todavía te puedo.
-Lo sé abuela, lo sé.
-Pues a callar, tenemos una Fiesta que celebrar y yo vine a ayudar. Me caen bien estos humanos.
Tamara suspiró, al final su pesadilla no había sido tal, solo tensión ante la Fiesta pero dejó un hueco en su mente que Aux aprovechó.
-Sí "nieta", sí, detecté que necesitábais de mi ayuda para organizar esto y decidí intervenir.
-Benditas sean tus intervenciones abuela-ironizó Anteapos.
-Me ha llamado nieta... -repetía una y otra vez Tamara-.Me ha llamado nieta...
Uhmm, por si no os habéis dado cuenta los asiduos a leer estos relatos de Tamara, la domadora de dragones, siempre que hago uno, es por algo especial.
Tan especial como que Tamara hoy cumple años.
FELICIDADES TAMARA.
Hasta el año que viene encanto.
Hasta el próximo año dragoncillo... Ya pensaba que querías que me dejara un tatuaje o algo. Te quiero.
ResponderEliminarHasta el próximo año dragoncillo... Ya pensaba que querías que me dejara un tatuaje o algo. Te quiero.
ResponderEliminargenial historia tqm
ResponderEliminarfeliz cumpleaños
ResponderEliminarFelicidades tamara que disfrutes este dia
ResponderEliminarFelicidades al dragoncillo que me encantó su historia especial !
Felicidades tamara que disfrutes este dia
ResponderEliminarFelicidades al dragoncillo que me encantó su historia especial !
Ohhh tendremos que esperar al año que viene para seguir la historia , felicidades Tamara, y al gruñon que siga con mi Overlastar
ResponderEliminarOhhh tendremos que esperar al año que viene para seguir la historia , felicidades Tamara, y al gruñon que siga con mi Overlastar
ResponderEliminarUhmmm, voy por la página 9857, vamos pa rato.
ResponderEliminar