Emilio, el barrendero Bob Sponja, domando a las fieras del colegio.
Ejem, Ejem, sin querer herir susceptibilidades, tiene mucho mérito tener a estos "diablos" entretenidos y no haciendo de las suyas y Emilio, el barrendero de Madrid, lo hace por unos minutos, día a día, a la perfección.   Día a día que hay colegio y pasa por la puerta, donde cientos de "fieros guerrilleros" le esperan impacientes.   Y bueno se crea el vínculo Barrendero-Bob Sponja-niños.   Ese trinomio da lugar a esto: