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El pedir perdón se convierte en algo tan usual que concederlo no se nos hace tan fácil, tan distinto de cuando somos pequeños, que pedir perdón esta a la orden del día y siempre perdonamos y volvemos a ser tan amigos, el problema de esto es que a lo largo de nuestra vida hemos escuchado tantas veces la palabra perdón sin arrepentimiento ninguno, que creamos una fachada a nuestro alrededor que nos hace temer el volver a perdonar y a veces hasta el volver a escucharla. Pero siempre hay perdones sinceros en personas sinceras que de verdad lamentan lo ocurrido, y no darnos la oportunidad de perdonar nos hará perdernos muchas cosas buenas en la vida, cosas como volver a rehacer una amistad perdida, volver a vivir momentos mágicos con una pareja e incluso sentir un abrazo de la familia. Perdonar es difícil, pero es un signo de madurar, de reconocer y de aceptar que si bien no todo el mundo es perfecto, hay muchas personas que se acercan a ello, saben equivocarse y pedir perdón y se mer

Primeramente debemos de saber que Córdoba es un lugar seco y caluroso. Los romanos y musulmanes que habitaron hace siglos esa y otras ciudades adaptaron las casas para el confort y refrescarlas lo mejor que pudieron. Para eso se crearon los Patios Andaluces. Más tarde se creó, en 1921, el concurso de los patios andaluces. Estos bellos recintos, que sus habitantes cuidan y miman durante todo el año se exponen únicamente en el concurso popular de Mayo.  De manera que un espacio íntimo y privado se convierte en público y compartido donde se disfruta de la belleza de las flores y plantas, se despliegan todos los sentidos y se reviven tradiciones, que por la actual forma de vida están desapareciendo de nuestros usos y costumbres. Alrededor de cuarenta patios abren sus puertas al visitante que, provisto de un listado que se facilita en las oficinas de turismo, en hoteles y en los propios patios, descubre la magia de los patios que están abiertos y el entorno inigual