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Esta semana os regalo esta leyenda china , espero que os guste pues es una lección de vida y real como la vida misma.  En aquel tiempo, dice una antigua leyenda china, un discípulo pregunto al vidente: - Maestro, ¿cuál es la diferencia entre el cielo y el infierno? Y el vidente respondió: - Es muy pequeña, y sin embargo de grandes consecuencias. Vi un gran monte de arroz cocido y preparado como alimento. En su derredor había muchos hombres hambrientos casi a punto de morir. No podían aproximarse al monte de arroz, pero tenían en sus manos largos palillos de dos y tres metros de longitud. Es verdad que llegaban a coger el arroz, pero no conseguían llevarlo a la boca porque los palillos que tenían en sus manos eran muy largos. De este modo, hambrientos y moribundos, juntos pero solitarios, permanecían padeciendo un hambre eterno delante de una abundancia inagotable. Y ESO ERA EL INFIERNO. Vi otro gran monte de arroz cocido y preparado como alimento.

NI SE OS OCURRA LEER ESTO. Tras un largo estio lleno de tormentas, la princesita llego a su nueva morada, alli se encontró ante el fuego acogedor de la chimenea.  Dormitaban muy cerca dos preciosos gatos, mas bien vigilaban sus pasos , pero no se sentian amenazados por su presencia, tan solo intrigados por la llegada del nuevo huesped tantas veces anunciado por su amigo y dueño. Después de calentarse , la princesita sintio que necesitaba darse un baño y le pregunto al gato mas proximo que por donde se iba.---sígame--dijo el gran gato telesforo. y de un salto se plantó delante de ella y fue gateando hasta una puerta rosa---aqui esta el baño de las chicas--dijo--y se volvió hacia la estancia de la chimenea a dormitar de nuevo. La princesita agapita entro en el baño y casi se desmaya por lo impresionante que resultaba , en medio de la estancia había una piscina llena de burbujitas de 50 mt por 25 mt ,toco el agua y estaba a 26º. Guauuuu, que ricaa--dijo para sus adentros agapita.

Este mes el tema del debate es muy duro, todo lo referente a niños me toca mucho las narices, porque quién ha tenido narices a quitar la vida a un bebe no tiene perdón de Dios. Digo bien "quitar la vida" porque han jugado a ser dioses, por razones inimaginables les quitaban la vida que les pertenecía junto a su familia por la vida con una pareja adoptante. Cuanto dolor han impuesto con el hecho de robar a los bebes, madres que enterraron una caja vacía y padres que no me cabe en la cabeza que observarán todo el trámite de adopción sin irregularidades, cuando ya en el Registro Civil los inscribían como si fueran naturales, eso ya era una burda mentira. Pero hoy ya conocemos muchísimos testimonios y lo que ha sucedido, no tan lejano en el tiempo porque estamos hablando que aún hay casos en la década de los noventa. Y la Justicia deberá de tener la última palabra, no obstante el daño producido tiene tales dimensiones que jamás las Sentencias se podrán igualar al dolor de miles