No basta con decir, hay que hacer
Cuando te dicen que eres su princesa Después de mi experiencia he descubierto que no me vale con que me llamen princesa, quiero que me lo demuestren, no eres su princesa si nunca sale de él decirte te quiero, vale que los hombres son distintos, pero, si a él le gusta escucharlo (porque le gusta) no vale que se excuse en soy hombre para no decírtelo, quererte como una princesa es ceder de vez en cuando para hacerte sentir bien. Y siguiendo lo anterior, no basta con que lo diga, tiene que demostrarlo, con ese desayuno preparado cuando te levantas, no hace falta que te lo lleve a la cama (es romántico para nosotras, pero no implica que te quiera más). También eres su princesa cuando te dice "hoy cocino yo" o cuando uno se divide las tareas, "tu cocinaste, yo recojo la cocina". Eres su princesa cuando confía en ti, cuando no te mira le móvil, cuando te deja vivir con libertad. Y sigues siendo su princesa cuando sale a dar un paseo y ve algo que sabe que