Caer y levantarse

Fotografía de Almadén, realizada por ElDanY, nuestro paseo
por el parque de los pinos.

Esta entrada es más para mí que para las personas que la leáis, el motivo del retraso en la entrada de hoy y que no saliera esta mañana, es que no puedo escribir para un club de la felicidad cuando mi corazón esta triste, cuando lleva una semana dolorido por la pérdida de mi pequeño.

Aun así, a medida que pasaba el día he ido pensando que uno no puede quedarse en esas cosas, que no cuando uno cae debe levantarse, y después de escuchar a la gente hablarme toda la semana y decirme como debía o no comportarme, o como debía o no superar la pérdida, me dispuse a escribiros.

La vida es una caja de sorpresas, no siempre todo va a ser felicidad, de echo, la mayoría de los días eso es imposible porque siempre nos ocurre algo malo, pero, solo tenemos una vida, si nos centramos en una cosa mala de 24 horas al día, veremos el vaso medio vacío, pero si nos pensamos en las cosas buenas de 24 horas del día, notaremos o apreciaremos lo importante que es seguir adelante.

Caer es necesario, creo que todo el mundo lo tiene claro, levantarse, es difícil, pero más necesario aun que caer. A veces, como me ha pasado a mi esta semana, puede que sintamos que la sociedad nos agobia, cuando la gente no esta acostumbrada a verte mal, tienden a pensar que un simple bajón es una depresión de la que no podrás recuperarte, y no es así, hay que pensar que somos fuertes, que no por un bajón se nos acaba la vida, y eso es de lo que os hablo hoy.

Para aquellos que lo estén pasando mal, por favor, ya habéis caído, no os quedéis abajo, hay que levantarse, cada uno a su ritmo. Para aquellos que veáis a gente de alrededor mal, no les agobiéis, todo el mundo necesita su ritmo de recuperación.

Y con esto os dejo, intentar mantener la cordura y recordar que caer no es hundirse, sino superarse.