La competencia siempre es sana porque nos ayuda a mejorar, nos ayuda a exigirnos más, a esforzarnos más y vaguear menos, porque si el vecino puede lograrlo, por supuesto que tu también, es por eso que es importante saber diferenciar entre competencia y envidia, porque la primera es positiva, la segunda no lo es, hay que querer mejorar y competir para sentirnos bien, no para volvernos malas personas, y eso segundo ocurre cuando dejamos que la competencia se convierta en un juego sucio donde todo vale, pero sabemos que no es así.
La tarea de esta semana consiste en competir por algo digno de ser ganado, sin argucias ni malos fines, tal como por ejemplo, terminar ese cursillo que quieres tener desde hace tiempo y al que no encuentras momento.
Estoy de acuerdo. Hagamos las cosas bien buacando siempre la exelencia, sin querer superar el trabajo de otro solo por ser más que él.Un fuerte abrazxo.
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ResponderEliminarCuánta razón en tus palabras. Es la mejor manera para hacer un mundo mejor habitable entre la humanidad/
Beso