El río tinto
Como en los lunes anteriores, estábamos revisando entradas que había y hemos encontrado esta, pero no es de Karras, esta vez es de nuestro antiguo compañero Jorge Donato, al que también echamos muchísimo de menos. Como con las entradas de Karras no queríamos borrarla ya que sabemos el trabajo que lleva hacerlas, así que la hemos publicado, ya que en su día, no debió salir.
AL igual que en la anterior de Karras, hemos puesto fotos a esta magnífica explicación de Jorge.
AL igual que en la anterior de Karras, hemos puesto fotos a esta magnífica explicación de Jorge.
J.J.D.R.
Durante un centenar
de kilómetros el río Tinto muestra su fluvial serpenteo entre barrancos y
valles por tierras onubenses. Tras nacer en la serranía andaluza de Padre Caro,
río Tinto discurre plácidamente por la cuenca del Guadiana exhibiendo los
matices y colores de su extraordinario y fascinante lecho mineral, para después
caer rendido en brazos del Odiel mimetizando su curso con éste ya en la ría de
Huelva y finalmente su tránsito fenecer en el Golfo de Cádiz.
Río Tinto es único en
el mundo. La física y química que da cuerpo a sus múltiples peculiaridade lo
convierten en un río de gran importancia científica a nivel mundial, hasta el
punto de haber sido el lugar elegido por la agencia espacial estadounidense
(NASA) para sus estudios multidisciplinares de campo y el entrenamiento de los
robots que hoy día recorren los senderos del lejano y desconocido planeta
Marte.
La geología del lecho
fluvial del río Tinto (nombre que le viene dado por su color bermellón, similar
al del vino) es tan magnífica y única que los estudios sobre sus minerales y
los organismos que subsisten en sus aguas, lo convierte en un ecosistema que
bien podría ser el que los Roberts marcianos pudiesen encontrar en nuestro
vecino planeta.
Con la participación
del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) en colaboración de
la ya mencionada NASA, en 2001 dio comienzo el programa Snorkel, en el que se
hicieron las pruebas de los robots que viajarían a Marte así como la
comprobación y estudio de los microorganismos extremófilos que se hallaron en
el río siendo este descubrimiento portada y argumento para innumerables
revistas prestigiosas de ciencia así como periódicos de todo el mundo.
Observar el paraje
alrededor del río Tinto es como imaginar la escena de algún punto distante en
un planeta lejano. Todos hemos visto películas de ciencia ficción, donde
aparecen extraños y misteriosos ríos de colores brillantes salpicados de
salientes rocas cubiertas por una densa capa de niebla y vapores. Río Tinto
bien puede ser ése acuífero de ciencia ficción, con la particularidad de que en
este caso no se halla en ninguna región perdida del sistema interplanetario
sino que lo tenemos más a mano, en nuestra hermosa Andalucía.
La característica más
llamativa del río es sin duda su llamativo color rojo. Esto se debe a la
elevada acidez en el PH de sus aguas y su alto contenido en metales pesados
como el hierro, cobre, cadmio, manganeso, y la mezcla de estos con oxígeno. Los
microorganismos que se han detectado que proliferan en el río son extremófilos,
capaces de sobrevivir en un ecosistema que se creía no apto para la vida y que
aquí, en río Tinto, sobreviven alimentándose de algas, hongos y de la gran variedad
de minerales que subyacen en el lecho fluvial, oxidándolos en un proceso que
los expertos denominan meteorización.
En su curso alto
atraviesa la localidad de Minas de río Tinto donde se encuentra el yacimiento
minero a cielo abierto más grande de Europa. Dicho yacimiento, ha sido
explotado desde época antigua. Los recursos minerales de Río Tinto
(principalmente cobre, hierro y manganeso, oro y plata) fueron una fuente de
inagotable valor para el pueblo Fenicio, Íbero (Tartesos), así como para
romanos y musulmanes.
El río rojo se abre
camino buscando el cobijo que le dará el mar, atravesando la orografía de
bellos municipios andaluces como La Palma del Condado, Nerva, Zalamea la Real,
Moguer y Palos de la Frontera por citar solamente unos pocos.
Las aguas carmesí
devoran la piedra y la piedra devora la hierba. Tan sólo una especie endémica y
actualmente en peligro de extinción crece en las riberas cercanas del río. Se
trata del brezo de las minas, quien acompaña el cauce sereno del Tinto en su
recorrido por la serranía onubense, aportando al paraje de rocas, revestido de
matices ocres, rojos o tintes oscuros y sombreados de amarillo, el verde
necesario en todo paisaje natural.
Río Tinto es un lugar
especial, un sitio donde es posible imaginar que el azul de la Tierra se
encuentra en el cielo, y somos nosotros los que observamos su circunferencia
desde la ribera de un río de colores ubicado en algún lugar extraño y lejano
del espacio estelar.
He estado en aquella zona y tiene un encanto especial.
ResponderEliminarUn saludo!
!Que impresionante y hermoso lugar! Preciosa entrada.
ResponderEliminarSaludos