¡¡¡Feliz cumple Karras!!!

Hace mucho, mucho tiempo, tal día como hoy, una mujer daba vida a un lindo bebe, pero cual fue la mala suerte, que esa mujer no era como las demás, era una mujer distinta, ¿El motivo? De pequeña, fue arañada por un gato que contenía una antigua maldición celta, es maldición decía, que la descendencia que saliera de la joven, estaría maldita a sentir como los gatos, oler como los gatos, vivir la naturaleza con la misma intensidad con la que la viven los animales.

Así que, cuando ese bebe nació, la maldición iba con él.

Pero ese bebe era tan puro, que su sangre, se mezcló con la antigua maldición y en lucha intensa dentro de su cuerpo, finalmente, maldición y sangre llegaron a un acuerdo. Si el bebe, al crecer, decidía odiar la naturaleza, entonces su instinto animal sería malo, mataría, haría daño... Sin embargo, si el bebe decidía amar la naturaleza, su instinto animal sería bueno, daría vida, sanaría, amaría...

El bebe fue creciendo, y se convirtió en un ser adulto. Su instinto, algo en su interior, le decía que él era distinto a los demás, lo que le hacía sentir diferente, incluso a veces raro, sus sentidos se ponían alerta ante animales en peligro, su piel se erizaba ante un árbol malherido, sus ojos se ponían alerta al más mínimo sonido, un pájaro, una gaviota, o el susurro del viento entre las hojas de los árboles.

El hombre, pasaba de todo eso, tonterías de instinto, él no quería ser así, no tenía nada de especial ser diferente... 

Pero un día, un gato herido llegó hasta la puerta de su casa, como si de un pequeño susurro se tratara, Karras, el hombre, tuvo que salir hasta la puerta para ver que ocurría, era tal su malestar si se quedaba tirado en el sofá, que intentó acabar con ese sentimiento.

Salió a la puerta, y al ver al gato malherido, intentó acercarse a él, pensó que saldría corriendo, pero... Cual fue su sorpresa, el gato maulló, y dejo que le tocara. 

Instantáneamente, las heridas del gato se curaron, y Karras noto dentro de sí, una lucha interior, el mal que tiraba de él, el bien que ocultaba ese grito horrible de una fuerza oscura que quería salir a al superficie.

Finalmente el bien venció, y es por eso, que los animales, y la naturaleza, saben a quien deben acudir en busca de ayuda, no todas las personas nacemos con el don de sanar, de dar vida, de oír, ver y sentir... Karras fue una de ellas.

¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS KARRAS!!!