¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS ALBERTO!!!!!!!!!

-Son la leche estos de "A todo gas"-comentaba Alber a sus amigos en el cine-Cada película me sorprenden más, menudos coches sacan.

-Ya me gustaría a mí tener un coche de esos-decía Luis, uno de sus amigos-Iba a ligar que lo flipas.

-Pero si ya ligas con tu Scooter-dijo Alber.

-Ya, pero en la Scooter solo cabe una chica, en un coche, 4 y si lo tuneo con más asientos, lo mismo hasta 12.

-Sí, o hasta 60. Qué quieres tunear, ¿un autobús?-dijo Alber.

-Lo que haga falta, hay muchas chicas por ahí sueltas.

-Exagerado-dijo Alber y siguió mirando la película, pensando en que algunas cosas de esas se las podía hacer a su coche. Lo malo iba a ser para poder comprar el Ácido Nitroso, eso era muy caro y él no tenía tanto dinero.

La película continuó, Alber hizo planes en su mente, había muchas ideas en ella y ahora más claras. Su coche iba a cambiar radicalmente en poco tiempo.

Con la ayuda de sus amigos, el coche de Alber empezó a tomar forma, aunque forma tuvo siempre pero ahora una forma peculiar.

Con colores diferentes para pillar el efecto camaleónico, el coche se veía diferente según el ángulo desde que lo mirases.

No había sido barata esa pintura, Alber tuvo que ahorrar varios meses para comprarla, no en vano, el kg de tal clase de pintura costaba alrededor de 600 euros.

Pero eso ya estaba pasado, también habían quedado muy bien las puertas efecto mariposa, no fueron difíciles de adaptar, su coche era socorrido para eso, un par de amortiguadores, bisagras especiales y potentes y bueno, mucha pericia al montarlo todo.

Eso ya era agua pasada, las llantas super anchas y neumáticos de perfil bajo, los pasos de ruedas ensanchados al máximo, los amortiguadores de competición.

La verdad es que le estaba gustando cómo iba quedando su coche.

-Está quedando muy bien to coche Albert pero caben pocas chicas aquí y bueno, solo 3 por lo que veo.-decía Luis.

-Mi coche es de 5 plazas, Luis, caben 4 y yo.

-¿Acaso me piensas dejar en tierra? Vaya amigo serías.

-Está bien, a ver para qué quieres tantas chicas, si con una vale-dijo Alber, extrañado.

-Bueno, pero hasta que una me guste mucho, tendré que comparar entre varias-contestó Luis, tan pancho.

-¿Alguna vez estuviste con una chica?-le preguntó una, la que se ocupaba de las labores electrónicas del coche.

-Pues no, pero veo mucho eso de Hombres, mujeres y viceversa y ellos comparan a todas antes de elegir a una.

-Si eso es mentira, so bobo-dijo la chica-a ti lo que te hace falta es encontrar una mujer de verdad que te quite tanta tontería-ella estaba enamora de Luis y se desesperaba de lo tonto que podía llegar a ser a veces.

-Es verdad, lloran y todo.

-Dejemos eso, ¿sabéis que hoy es mi cumpleaños?-dijo Alber.

-No, no lo has dicho hasta ahora. Si lo llegas a decir ayer, no hubiera llenado el depósito de mi Scooter y te hubiese comprado alguna cosilla-dijo Luis, siempre escaso de dinero.

-Yo te daré un beso como regalo-dijo la chica.

-Gracias María, es el primer regalo del día-dijo Alber y pensaba en su madre, siempre se acordaba de su cumpleaños pero esta vez ni se lo había mencionado. Estaba contento por el coche pero muy triste porque si madre no lo había felicitado.

-En fin-dijo de nuevo Alber-el coche está listo para ser probado, lástima de no tener el óxido nitroso, como en las pelis.

-Pues sí, un coche de tunning sin óxido nitroso, en teoría no es un coche de tunning-dijo Luis categóricamente.

-Ni tu moto es una moto contigo encima, no te fastidia-se picó Alber.

-Calma chicos, que no se acaba el mundo porque el coche no tenga óxido nitroso, nos ha quedado muy bonito-dijo María, imponiendo orden.

-La verdad es que sí-dijo Luis.

-Coincido-dijo Alber.

La puerta del garaje se abrió y entró muchísima luz, no se veía quién entraba.

Alguien se echó en brazos de Alber y dijo.

-Feliz cumpleaños hijo. No creas que me olvidé de ti, nunca me olvidaría.

Y le tendió un cilindro gris.

-Una botella de óxido nitroso-dijo Alber asombrado.

-Claro, a juego con tu coche-dijo su madre, Gema, que no era otra la que le había abrazado y felicitado.

-Gracias mami, ahora sí que va a volar el coche con esto-dijo Alber.

-Quieto ahí polluelo. De volar nada-Gema puso los brazos en jarras.

-Bueno, volar raso-sonrió Alber, con su mejor sonrisa.

-Volar raso tampoco. Me tienes que prometer que no pasarás de 90 km/h con tu coche o no hay botella de ácido y te quito las llaves del coche-dijo Gema sin vacilar.

Alber se lo pensó. Los amigos miraron a madre e hijo, una lucha de poderes estaba en juego. Alber tenía genio y era muy terco, lo sabían.

Alber tenía una gran lucha interior, era su coche, era mayor de edad, se supone que nadie tenía que decirle u ordenarle nada.

-Está bien mamá, ¿100 km/h y estamos en paz?

-Solo donde las carreteras lo permitan, ni un km/h más de la velocidad permitida por donde pases. ¿Entendido polluelo?

Alber se lo volvió a pensar.

-Vale, lo haré. Prometido.-Contestó Alber y Gema sonrió.

A Alber lo que de verdad le había gustado era que su madre no se había olvidado de él, el coche y el óxido nitroso eran cosas de las que podía prescindir, aunque le doliese un tiempo pero de su madre, jamás.

FELICIDADES ALBER, EL BLOG ACOMPÁÑAME CON TU MADRE AL FRENTE, TE DESEAN UN BUEN DÍA.