Relatos. El Rey Ignoto. Tercera parte.

-Tal vez hayan desaparecido todos los Guardianes, menos yo, pensaba el Rey Ignoto. La Reina Bruja se ceba así conmigo, para que lamente toda mi larga vida, para que sufra. 


Todos esos milenios, siglos, años, meses, días de sufrimiento, frustración del ignoto, le habían hecho casi perder el sentido de lo que había sido, un Guardián de la Naturaleza, protector de todo lo vivo y benefactor.
Ahora más bien sería lo contrario, odiaba al humano, haría lo que fuese por liberarse del hechizo y buscarlos para iniciar el castigo de su ira.


Aunque..... tal vez no iba a hacer falta que los buscase.


-Mira Dany-dijo Tamara- un Ignoto.
-¿Qué es eso?-dijo Dany, intrigado y creyendo que Tamara le quería tomar el pelo.
-Me dijo Vade que los Ignotos son vestigios de algún poder que está más allá de nuestra comprensión, que nos vigilan y cuidan.
-Puff, la verdad es que tiene una pinta rara eso, parece la cara de mi gato Bartolo. Mira, hasta sale un lirón careto de un ojo-dijo Dany medio en serio, mucho en broma.


-No, se parece a mi perrito Yako-dijo la revoltosa niña More.
-Vaya tela-dijo Dany-aquí cada uno ve una cosa.
-Pues a mí me parece la cabeza de un Osito gominola-dijo Duna, sabia como ella sola.
-Nada-dijo Nacho-es un Power Ranger.
La vetusta Amelia le dijo a su hija Candela:
-Mira por dónde, no es nada de eso. Si te fijas bien, tiene como una corona, sin duda esto es un Rey de árboles. ¿A que sí Clara?-preguntó a su otra hija.


-No sé mami, yo quiero bocata de Nocilla. Vámonos a casa.-dijo Clara.


El Rey Ignoto no cabía de su asombro, HUMANOS.
Y muy raros por cierto, vestían raro y hablaban raro, no tenían la entonación que tenía la Reina Bruja, ni la determinación, ni tan siquiera esa chispa de magia necesaria.


Si él pudiera, si él tuviese un poco de poder, iban a ver esos débiles humanos...